La situación en Oriente Medio se recrudece. No veíamos enfrentamientos tan violentos entre Israel y Hezbolá desde la guerra del Líbano hace 18 años. Ya hay medio millar de muertos en Líbano, más de 1.600 heridos y miles de desplazados por miedo a los bombardeos, cuentan en el vídeo David Cacho y Elena Moral. Josep Borrell advierte de que "estamos al borde de una guerra total".
Las alarmas no han dejado de sonar esta noche en Oriente Medio. La cúpula de hierro, la defensa antimisiles israelí, ha hecho su trabajo y derribado los misiles de Hezbolá.
En el Líbano han corrido menos suerte. En tan solo 24 horas han muerto casi 500 personas.
Esta última semana ha sido la peor en la historia de la milicia proiraní. De su cúpula apenas sobrevive el líder, Hassan Nasrallah.
El último ataque selectivo tenía como objetivo el alto dirigente Ali Karaki. La milicia ha asegurado que sigue vivo y se encuentra en una localización segura.
El primer ministro Israelí, Benjamín Netanyahu, ha enviado un mensaje a todos los libaneses que abandonen sus casas si están próximas a posiciones de Hezbolá. Y lo están haciendo. La autopista sur del Líbano que conecta al norte está colapsada.
Es la imagen de la desesperación en medio del temor sobre el estallido de una guerra a gran escala.
Un temor que ya ha expresado el Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, quien ha advertido de que "estamos al borde de una guerra total" en Líbano.
"La catástrofe continúa, y la escalada en Líbano es extremadamente peligrosa y preocupante. Estuve en Líbano hace unos días, justo antes de la explosión de dispositivos electrónicos. Ha estado creando terror entre la población libanesa. Puedo decir que estamos casi en una guerra total. Estamos viendo más ataques militares, más daños colaterales, más víctimas", ha declarado durante una rueda de prensa.
Borrell ha lamentado que han muerto un "gran número de niños y mujeres", mientras que "a través de las pantallas de televisión vemos a miles de personas huyendo hacia el norte" de Líbano, "provocando grandes atascos en el sistema de transporte al escapar".
"Los ataques continuarán y los bombardeos también", ha observado desde Nueva York, donde se celebra esta semana el 79 periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU.
"Pero ahora estamos viendo cómo los civiles están pagando un precio intolerable, inaceptable", ha afirmado, señalando que los balances preliminares de víctimas "escapan a cualquier tipo de consideración", debido a que se están produciendo explosiones "sin tener en cuenta el entorno en el que explotan": "Ya sea en un centro comercial, en una plaza, en la calle, en un hospital, donde sea. Son ataques selectivos y al mismo tiempo aleatorios", ha criticado.
El jefe de la diplomacia europea ha explicado que han sido "selectivos por el propósito" y "aleatorios por las consecuencias", y ha aprovechado la ocasión para "condenar" estas acciones, al hacer hincapié en que "los civiles están pagando un alto precio" y que "debe evitarse" una "guerra en toda regla", renovando "los tensos esfuerzos de mediación diplomática".
"Creo que todavía tenemos esperanza, (...) pero las peores expectativas se están convirtiendo en realidad", ha manifestado. Asimismo, ha sostenido que se "necesita paz en Oriente Próximo, porque la escalada en curso es un peligro para toda la región", mientras que "el camino hacia la paz comienza con un solo paso" que es un alto el fuego en la Franja de Gaza.
No obstante, ha reconocido que "a pesar de toda la capacidad diplomática desplegada, nada ha podido detener la guerra", ya que "ambas partes están postergando la negociación de paz", puesto que "fingen hacerlo, pero en realidad, por una razón u otra, no hay un acuerdo de alto el fuego".
Josep Borrell ha pedido que mejore la situación en la Línea Azul, "así como" en Gaza, ya que "no son diferentes, están fuertemente interconectadas". "Lo que está sucediendo en Gaza está desencadenando otros escenarios de guerra en Líbano, en el mar Rojo y, desgraciadamente, y no hablamos lo suficiente de ello, en Cisjordania".
Al ser preguntado sobre el cierre de la oficina de la cadena de televisión qatarí Al Jazeera en la ciudad cisjordana de Ramala por parte de Israel, ha asegurado que se trata de "una muy mala noticia" que "ciertamente" tiene "que condenarla": "Estaba prestando un servicio precioso a la información de la gente", ha dicho.
"Israel ha impuesto en Gaza el apagón más largo en una guerra de la historia. Al Jazeera está pagando un alto precio por el número de periodistas asesinados. Y esto es algo que todo el mundo ha estado condenando. Pero créanme, no tengo ninguna capacidad para hacer que este comportamiento cambie", ha señalado.
Con todo, ha recordado que esta situación "hace que haya una falta de información sobre lo que está sucediendo dentro de Gaza o lo que está sucediendo en Cisjordania". "Esto es un hecho. No estoy inventando nada. Es una situación a ciegas en la que no hay testigos que puedan explicar y mostrar lo que está sucediendo", ha criticado.
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