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El Ejército de Israel ha mantenido bajo asedio el sur de Líbano esta pasada noche bombardeando “sitios de la infraestructura terrorista” de la milicia chií Hezbolá, según han comunicados fuentes de los mandos militares israelíes. Los ataques han sucedido a la oleada de atentados con dispositivos electrónicos en Beirut en el que murieron una veintena de personas y hay miles de heridos. Las autoridades libanesas consideran que la guerra ya está declarada.
“Nuestras fuerzas aéreas también atacaron un almacén de armas de Hezbolá en el área de Khiam en el sur del Líbano”, han añado el mando militar israelí en un comunicado castrense.
El canal local de televisión Al Manar, del grupo chií libanés Hezbolá, ha informado que cazas israelíes han lanzado este jueves más de medio centenar de bombardeos contra varias zonas del sur y sureste del Líbano, en medio de la creciente tensión en el país.
"El número de bombardeos aéreos realizados por el enemigo sionista aumenta a 52 contra Al Hargiya en Al Mahmudeya, el extrarradio de Al Aishiya, los Altos de Rihan y los alrededores de Nahr Barhaz", según la cadena, portavoz de la formación armada.
Por otra parte, alrededor de una decena de personas resultaron heridas este jueves en el norte de Israel por el impacto de varios proyectiles lanzados por el grupo chií desde Líbano, recogen los medios israelíes, sin que por el momento las autoridades hayan confirmado víctimas en los ataques.
El nuevo intercambio de fuego en la frontera entre Israel y Líbano llega horas después de que en la tarde de este miércoles se produjera una segunda oleada de atentados simultáneos en aparatos inalámbricos de comunicación, que comenzaron a explotar al unísono.
Aunque en un principio se informó de la muerte de 20 personas y de 450 heridos en diversos puntos del Líbano, el Ministerio de Salud Pública ha elevado este jueves a 25 el número de fallecidos en la oleada de explosiones, lo que deja un saldo total de 37 fallecidos en ambos ataques, uno a los buscapersonas y otro con walkie talkies.
El titular del departamento gubernamental, Firas Abiad, explicó que tras los primeros incidentes de hace dos días se contabilizaron algunas víctimas por partida doble cuando fueron trasladadas a segundos hospitales y aclaró que aquella ola dejó 2.323 heridos y no 2.800 como habían anunciado.
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