280 presos huyen de una cárcel de Nigeria a causa de las inundaciones
La inundación derribó los muros de las instalaciones penitenciarias
En el marco de la temporada de lluvias en Nigeria ha provocado la muerte de 40 personas
Desde el Consejo Noruego para los Refugiados piden más financiación para ayudar a las personas afectadas
Después de que los muros fueran derribados a causa de las inundaciones, 280 presos han huido de la cárcel de la ciudad de Maiduguri, capital del estado de Borno, en el noroeste de Nigeria. Las inundaciones, protagonistas en el marco de la temporada de lluvias en Nigeria han provocado ya las muertes de 40 personas.
A través de un comunicado compartido por el Servicio Correccional de Nigeria indica que de los 281 reclusos, solo 7 de ellos han sido capturados.
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"La inundación derribó los muros de las instalaciones penitenciarias, incluido el centro de detención de seguridad media de Maiduguri, así como las dependencias del persona en la ciudad", ha explicado el jefe de Relaciones Públicas del Servicio, Abubajar Umar.
El servicio tiene bajo su custodia sus datos, incluidos los biométricos, según indica el jefe de Relaciones Públicas
A su vez, ha destacado que la instalación registró la falta de presos, además de que "el servicio tiene bajo custodia sus datos, incluidos los biométricos" y hayan desplegado a agentes policiales en su busca.
La rotura de la presa tuvo lugar días después de que varios residentes alertaran de que se encontraba al máximo de su capacidad. El gobernador de Borno, Babagana Zulum ha reconocido que la situación del país "es muy devastadora" y ha prometido la entrega de ayuda a todos los afectados.
Las consecuencias del temporal
El Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) ha asegurado que las inundaciones han empeorado las crisis humanitarias en zonas de África, por lo que piden una mayor ayuda internacional para los más vulnerables.
Todos estamos viendo cómo nuestras casas se inundan y no podemos hacer nada, relata Modu, hombre afectado por las inundaciones
"Hemos perdido la mayoría de nuestros sustentos bajo las aguas y la velocidad de las mismas no nos permitió coger ninguna propiedad importante con nosotros", relata Modu, un hombre afectado por las inundaciones en Maiduguri. "Estoy ayudando a otras víctimas de las inundaciones, especialmente los que no tienen un cobijo alternativo, a trasladarse a otros lugares. Todos estamos viendo cómo nuestras casas se inundan y no podemos hacer nada", lamenta.
En consecuencia, el director del NRC para África central y occidental, Hassane Hamadoum, ha advertido que "la situación en el Sahel y el lago Chad es cada vez más dura" y ha afirmado que "los efectos del conflicto, el desplazamiento y el cambio climático están suponiendo una grave carga para las poblaciones vulnerables".
A su vez, el director ha asegurado que su principal objetivo es garantizar a las personas afectadas "ayuda especial, como refugio, alimentos y suministros de higiene". "Las soluciones a largo plazo, incluida la mejora de las infraestructuras existentes, deben coordinarse con los gobiernos locales para generar resiliencia ante futuros desastres".
Comunidades que viven cerca de la cuenca del lago Chad en país como Camerún y Níger, ya hacen frente al conflicto, además del desplazamiento a causa de la inseguridad, según especifica la ONG. A ello se suma la amenaza de los desastres derivados del cambio climático que derivan en inundaciones más frecuentes en la zona.
Los medios de subsistencia se han visto afectados a causa estas inundaciones
Además, los medios de subsistencia están en peligro al ser destruidos terrenos agrícolas de toda la región que eran claves para la economía y la seguridad alimentaria de la zona. Asimismo, el acceso de la educación se ha visto afectado: escuelas destruidas, en las que algunas se utilizan como refugio para las zonas devastadas.
La escasez por las inundaciones
En el caso de Malí, donde la temporada de escasez ha empujado a muchas familias al filo de la hambruna, las familias que dependen de la agricultura de subsistencia y la ganadería han perdido todo, lo que hace urgente la entrega de ayuda a los damnificados para evitar un agravamiento de su situación.
"Las comunidades en situación de fragilidad que ya viven en crisis no pueden hacer frente solas a estos desafíos", asegura el director del NRC. El Consejo ha lamentado que el Plan de Respuesta Humanitaria para el Sahel en 2024 se encuentran en estos momentos financiado al 25%, por lo que ha remarcado que la comunidad internacional debe garantizar un aumento de dicha financiación.
"Estas graves inundaciones son un duro recordatorio de la vulnerabilidad de la región del Sahel y del lago Chad frente al cambio climático, que sólo puede empeorar en el futuro cercano", concluye Hamadou.
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