Daniel Sancho, condenado a cadena perpetua en Tailandia por el asesinato premeditado de Edwin Arrieta, ha sido trasladado este jueves al módulo de alta seguridad de la prisión de Surat Thani. El español, que despedazó al cirujano colombiano, tuvo que superar el periodo de cuarentena y fue sometido a un test de covid, según han informado fuentes cercanas al caso.
Sancho, de 30 años, ha estado en cuarentena desde el pasado viernes, cuando ingresó en este penitenciario, hasta este jueves. Durante este periodo no ha podido recibir visitas ni tener videollamadas.
El español tuvo que hacerse un test de covid-19 este jueves, que dio negativo, y a partir de mañana ya puede ser visitado y realizar videollamadas, aunque de manera más restrictiva que en el penal de Samui, donde permaneció en régimen provisional entre el 7 de agosto de 2023, cinco días después del crimen, y el pasado viernes.
Sancho fue trasladado este jueves y al módulo 6 de la prisión de Surat Thani, el único catalogado como de alta seguridad de Tailandia.
La cuarentena es una práctica habitual en las cárceles de Tailandia desde la pandemia de covid-19 y ya Daniel Sancho tuvo que realizar un periodo similar antes de ingresar hace más de un año en la prisión de la isla de Samui,
El preso español fue trasladado el pasado viernes a la Prisión Central de Surat Thani (Sur de Tailandia), ubicada a unos cien kilómetros de la de Samui, un día después de ser condenado a cadena perpetua por un tribunal de esa isla.
La prisión de Surat Thani se sitúa en una zona despoblada a unos 600 kilómetros al sur de Bangkok y acoge alrededor de diez veces más de presos que la de Samui, 4.730 prisioneros y 626 prisioneras, según cifras del Departamento de Correccionales.
Los jueces determinaron que Sancho asesinó a Arrieta con premeditación el 2 de agosto de 2023 en la isla tailandesa de Phangan, cercana a Samui, por lo que fue inicialmente condenado a la pena de muerte, reducida a cadena perpetua por la “colaboración beneficiosa” del español en el proceso.
El juez, además, halló a Sancho culpable de los otros dos delitos de los que estaba acusado: el descuartizamiento de Arrieta, de entonces 44 años y cuyos restos de su cuerpos había tirado por diferentes lugares de Phangan, incluido el mar y robo de documentación ajena, por el pasaporte de la víctima.
El primogénito del actor español Rodolfo Sancho y la analista de inversiones Silvia Bronchalo confesó inicialmente el crimen del colombiano con el que había mantenido una relación sentimental, pero después y durante el juicio mantuvo que la muerte de Arrieta con quien se había citado en Phangan el día de los hechos, se debió a un accidente.
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