La última decisión del primer ministro británico, Keir Starmer, no ha sentado nada bien a los conservadores, pero su actuación nada tiene que ver con la política del país sino con la estética de Dowing Street.
Stramer ha decidió quitar un retrato de quien fuese durante once años la primera ministra británica , Margaret Thatcher, y su decisión ha estado basada en lo “inquietante” de la pintura. Al parecer la mirada de la política producía una extraña sensación en el actual primer ministro.
El ala conservadora ha calificado la decisión de “mezquina”, una actitud que demuestra que “no tiene respeto por nuestra historia”, según recoge The Telegraph.
El cuadro de la conocida como ‘Iron Lady’ (dama de hierro), que tanto incomoda a Keir Starmer fue pintado por el artista Richard Stone y costó más de 115.000 euros. Gordon Brown fue quien encargó la obra en 2007 en honor a la política. Desde que en 2009 fuese terminada el retrato había presidido la Sala Thatcher, la habitación que fue su estudio personal cuando habitó durante más de dos décadas el 10 de Downing Street.
Sir John Redwood, quien trabajó mano a mano con Thatcher, afirma que lo retira por vergüenza: “No me sorprende en absoluto que haya hecho esto. No querría pasar vergüenza al compararse con un primer ministro mucho mejor”
Los conservadores afirman que todos los laboristas coincidían en reconocer la gran labor que llevó a cabo ‘Lady Iron’ y en mostrar respeto por su importancia en la historia.
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