Volodimir Zelenski, presentará en septiembre al presidente de EEUU, Joe Biden, un plan para poner fin a la guerra, que sigue su curso con bombardeos de un lado y otro. Para llegar en una posición aceptable para negociar la estrategia ucraniana es avanzar y ya sus tropas ocupan territorio ruso, en Kursk y Bélgorod. Una información de la periodista Esperanza Calvo.
El plan incluye la incorporación de Ucrania a la arquitectura de "seguridad global", lo que pasaría por nuevos avances en estructuras multilaterales como la OTAN. Zelenski, que ha confirmado también que su proyecto incluye medidas económicas y un "paquete contundente" para "forzar" a Moscú a optar por la vía diplomática, cree que lo "justo" es llamar primero a las puertas de la Casa Blanca, ya que entiende que depende del presidente estadounidense "que el plan tenga éxito".
El mandatario ucraniano espera también poder trasladárselo a los dos principales candidatos a las elecciones de noviembre en Estados Unidos, la demócrata Kamala Harris, actual 'número dos' de Biden, y el magnate republicano Donald Trump, como ha anunciado Zelenski en una rueda de prensa recogida por medios locales.
El presidente de Ucrania se ha marcado como objetivo convocar una nueva edición de la conferencia de paz que acogió Suiza en septiembre, confiado en que esta ocasión pueda celebrarse en un país del denominado Sur Global.
Zelenski ha aprovechado también la comparecencia pública para dar cuenta de la evolución del conflicto y presumir, por ejemplo, de los avances militares logrados por las Fuerzas Armadas de Ucrania. El presidente ha confirmado el ensayo "con éxito" del primer misil balístico de fabricación ucraniana, un hito del que no ha dado detalles. Sin embargo, ha señalado que "dependerá" de los aliados de Ucrania sus posibilidades de vencer a Rusia en el campo de batalla. "Espero que trabajen más y más rápido", ha dicho. Para ello, ha apuntado, deberán también levantar algunas de las restricciones que merman las capacidades del Ejército ucraniano.
Zelenski ha destacado que los ansiados aviones de combate F-16 ya han logrado repeler algunos de los misiles que Rusia utilizó en su último ataque a gran escala contra la infraestructura energética, pero ha señalado que todavía no cuentan con un número suficiente de este tipo de aeronaves y que se necesita capacitar a los pilotos ucranianos. Asimismo, ha instado a Polonia a seguir suministrándoles cazas MiG 29, cuyo manejo no les es ajeno a los aviadores del Ejército ucraniano.
En cuanto a la incursión militar en la región rusa de Kursk, Zelenski ha señalado que avanza a buen ritmo y ha dado pie a "muchas soluciones necesarias". Prevé también tratar estos avances en su próxima discusión con Biden, para la que no existe fecha cerrada. Zelenski sí ha querido dejar claro que no está dispuesto a canjear territorio de Ucrania a cambio de garantías de seguridad y bajo ningún tipo de negociación, en el marco de la posible integración en la OTAN.
Ucrania tiene en su poder a unos 600 soldados rusos con los que poder intercambiar y negociar, mientras avanza en las regiones de Kursk y Bélgorod. Con esta estrategia, Zelenski pretende mejorar su posición negociadora en una hipotética mesa con Putin.
El presidente de Ucrania le enviará en septiembre su propuesta de paz a los dos candidatos a la Casa Blanca, la demócrata Kamala Harris, pero también al republicano Donald Trump, ante la incertidumbre que plantean las elecciones presidenciales a la vuelta de la esquina.
"Creo que podré presentar este plan en septiembre al presidente Biden", ha informado Zelenski en una rueda de prensa con decenas de periodistas en Kiev.
Zelenski ha explicado en su comparecencia que la guerra con Rusia terminaría finalmente a través del diálogo, pero que Kiev tenía que estar en una posición de poder para la cumbre que prevé convocar este año con el Kremlin.
El mandatario ucraniano, durante su mensaje anunció que Ucrania había realizado su primera prueba de un misil balístico de producción nacional, otro gesto de alarde de cara a la convención de paz que quiere convocar Zelenski para poner punto final a la guerra.
Putin, mientras tanto sigue lanzando ataques aéreos contra Kiev y otras regiones del país para contrarrestar sus debilidades. El último ha sido con drones kamikaze iraníes Shahed y con misiles que han destruido edificios y un hotel en la capital ucraniana.
Las defensas aéreas ucranianas lograron desactivar cinco misiles y 60 drones de los más de noventa dispositivos aéreos lanzados esta madrugada por Rusia, según ha informado la Fuerza Aérea ucraniana.
El Ejército del aire ucraniano ha asegurado que Moscú disparó un total de 91 proyectiles - 81 drones y 10 misiles - desde varias regiones rusas, entre ellos tres misiles hipersónicos Kinzhal que no pudieron ser interceptados.
El Kremlin, sin embargo, guarda silencio sobre la nueva incursión de Ucrania sobre Bélgorod, donde aseguran tener unos 500 soldados .
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