Nuevo episodio de nervios, pánico y tensión a bordo de un avión. En este caso, fue el propio piloto del aeroplano el que, a través del canal interno de comunicación con los pasajeros dejó a todos en shock: “Lo siento, no estoy cualificado para aterrizar”, les dijo informándoles directamente de que su vuelo, que tenía Jackson Hole, Wyoming, por destino, tenía que ser desviado a Salt Lake City, en Utah, para poder tocar tierra allí y buscar otra solución.
Todo ocurría el pasado 8 de agosto en el vuelo 3491 de Alaska Airlines, compañía involucrada en otros incidentes previos como el que afectaba a la detección de “algunos componentes sueltos” en aviones Boeing 737 Max. En esos momentos, todo parecía transcurrir adecuadamente, pero pronto el piloto de la aeronave irrumpía informándoles del desvío de emergencia.
“Lo siento mucho, pero debido a que no estoy debidamente cualificado para aterrizar en Jackson Hole, tenemos que desviarnos a Salt Lake City, Utah. Les mantendremos informados de los próximos pasos”, comunicó, dando paso al nerviosismo de todos.
Al parecer, según informan medios como New York Post, el problema pudo deberse a un error en el papeleo que asignó a este piloto al mando del avión cuando debía ser otro. El aeropuerto de Jackson Hole, conocido por la elevada altitud en la que se sitúa, entre montañas y con condiciones meteorológicas y de pista muy específicas, entraña una complejidad especial para el aterrizaje y, al parecer, el piloto en cuestión no contaba con la cualificación y la autorización para abordar una maniobra de este tipo. Por eso, cumpliendo con el criterio y priorizando la seguridad, así lo transmitió y así se lo hizo saber a toda la tripulación.
De este modo, redirigió su destino para poner rumbo a Salt Lake City, donde finalmente logró aterrizar. Fue tras ello cuando, viviendo un momento complejo para él, se bajó del avión ante los pasajeros, muchos de los cuales seguían sin dar crédito a lo que estaba ocurriendo.
Como informa New York Post, la pesadilla no terminó ahí, porque una vez en el lugar tuvieron que esperar en el avión hasta 90 minutos mientras la compañía encontraba otro piloto que pudiera llevarlos al destino previsto inicialmente.
Tras localizarlo, finalmente aterrizaron en Jackson Hole al borde de las tres de la tarde, unas tres horas después de la hora prevista de llegada.
Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento