Después de los ataques de los últimos días, que obligaron a actuar al Gobierno, y con la llegada del fin de semana, la Policía se ha reforzado por todo el Reino Unido ante el temor de nuevos altercados provocados por la extrema derecha. Hay 6.000 agentes desplegados y han llegado refuerzos de Escocia e Irlanda del Norte.
Unos disturbios provocados por la política migratoria del Ejecutivo. Este viernes por la noche, en Belfast, la capital norirlandesa, coincidieron una manifestación ultraderechista y otra contramanifestación antirracista y antifascista. Ambas transcurrieron de forma pacífica.
La Policía tiene información de posibles nuevas concentraciones de la ultraderecha para este fin de semana y, aunque no ha habido violencia desde el pasado martes, mantiene el estado de máxima alerta.
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