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La Cumbre de la OTAN en Washington ha celebrado sus 75 años señalando a su gran enemigo durante este tiempo: la Rusia de Putin, que dice Joe Biden, está en pie de guerra. Para luchar contra ella han apoyado una ayuda que roza los 40.000 millones de euros y la promesa de que Ucrania será el próximo miembro de la alianza. Una información del periodista Rubén G. Enebral.
"Con un aumento significativo en la producción de armas, municiones y vehículos. Haciéndolo con la ayuda de China, Corea del Norte e Irán. Nosotros no podemos, repito, no podemos permitir que la Alianza se quede atrás", ha asegurado el presidente de Estados Unidos, que ha prometido una ayuda "histórica" de defensas antiaéreas a Ucrania.
El presidente Zelenski, presente también en Washington, ha anunciado que Noruega se une a la lista de países que van a entregarle cazas F-16 para vencer a Rusia. Y ha agasajado a los líderes de los partidos demócratas y republicano en el Senado, consciente de que el apoyo de su gran aliado pende de un hilo si Trump logra de nuevo ser presidente.
Se ha preguntado el responsable de la diplomacia estadounidense, Anthony Blinken, si toda esa ayuda militar es suficiente para que Ucrania gane la guerra. "Creo que sí", ha respondido.
El discurso del primer ministro húngaro, Víktor Orbán ha sido distinto. En este vídeo el populista de ultraderecha, cercano al Kremlin, ha asegurado que está en la cumbre para continuar con su misión de paz y lograr que termine la guerra en Ucrania, incluso con concesiones a Rusia que la OTAN considera inaceptables.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha respondido que la ayuda anunciada de 40.000 millones de euros anuales para Ucrania en la cumbre celebrada en Washington no convierte a la Alianza Atlántica "en parte en el conflicto", sino que ayudará a Kiev a defenderse.
"No hacemos esto porque queramos prolongar una guerra. Hacemos esto porque queremos poner fin a la guerra lo antes posible", ha señalado durante una rueda de prensa, agregando que la Alianza debe mostrar "compromiso y acción" y no "inclinarse" ante el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
El camino de Ucrania hacia la Alianza Atlántica es "irreversible", Stoltenberg ha afirmado que esto envía "un mensaje contundente" por parte de los aliados de que se busca la adhesión de Kiev.
"Las palabras son importantes y las palabras crean expectativas, crean una agenda, definen una ambición", ha subrayado el secretario general de la Alianza, agregando que, en muchos sentidos, las acciones son igual de fuertes que las palabras.
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