El juego de sillas en la derecha radical y populista europea tiene varias consecuencias: la desaparición del grupo que lideraba Le Pen, Identidad y Democracia. Sus principales miembros, el italiano Salvini y el neerlandés Wilders y Abascal se han ido a "Patriotas por Europa", creado por el ultraderechista, Víktor Orbán y la pérdida de poder de la italiana, Giorgia Meloni.
En las últimas semanas y aprovechando su gobierno de turno, el primer ministro húngaro Vicktor Orbán, al que este lunes hemos visto en China con Xi Jinping ha creado la alianza de 'patriotas' que contará con el portugués Chega y con Partido de la Libertad, los populistas austriacos.
Los patriotas por Europa, de Orbán será el tercero de la Eurocámara y es ya el primero de la derecha nacionalpopulista, por delante del grupo liderado por Giorgia Meloni, Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), que pierde fuelle y se queda con la agrupación de Polonia, Ley y Justicia.
La primera ministra italiana, se ha quedado en una posición muy debilitada en Bruselas, tras el abandono de Vox, que aclaró que no era nada personal y la distancia entre su grupo ECR con 78 eurodiputados -actualmente la tercera fuerza política-, y los Liberales, con 76 diputados se acorta.
En caso de que Marine Le Pen decida unirse a Orbán le daría el tiro de gracia y convertiría Patriotas por Europa en la tercera fuerza de la Eurocámara con todos los riesgos que eso conlleva en las negociaciones y acuerdos.
La tercera consecuencia de estos movimientos de poder de los ultras, que confirma la reciente visita de Víktor Orban a Moscú es la intención que ha dejado claro de que "Patriotas por Europa" aspira a ser un interlocutor no solo con Putin, también con Donald Trump si vuelve a la Casa Blanca dentro de unos meses.
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