Las elecciones europeas de 2024, previstas para celebrarse entre el 6 y el 9 de junio en los distintos territorios europeos, con cita en las urnas el día 9 de junio para España, renovarán la composición del Parlamento Europeo, el órgano de gobierno principal de la Unión Europea (UE) elegido directamente por sus ciudadanos. En esta ocasión, se elegirán 720 eurodiputados, 15 más que en los comicios anteriores en 2019, y estos representarán a aproximadamente 450 millones de personas de los 27 estados miembros.
Se espera que las elecciones de 2024 sean particularmente relevantes dado el actual contexto político y económico en Europa. Temas como el cambio climático, la inmigración y la economía siguen siendo prioridades para los ciudadanos europeos. Las encuestas del Eurobarómetro muestran que los europeos están cada vez más preocupados por estos asuntos, lo que podría influir en la participación y en los resultados de las elecciones
El reparto de escaños en el Parlamento Europeo se basa en el principio de proporcionalidad decreciente, lo que significa que los países con mayor población tienen más escaños, pero los países más pequeños tienen una representación ligeramente sobredimensionada para garantizar una mínima representación significativa. Esta proporcionalidad se ajusta periódicamente para reflejar cambios demográficos y asegurar una distribución justa.
Por ejemplo, siguiendo este principio de proporcionalidad decreciente, los países más grandes como Alemania mantendrá sus 96 escaños debido a su gran población, mientras que Francia y España incrementarán su representación en dos escaños cada uno, alcanzando 81 y 61 escaños respectivamente. Otros países como Irlanda, Eslovenia y Letonia también verán incrementada su representación.
Para las elecciones europeas de 2024, el Consejo Europeo ha propuesto una redistribución que eleva el número total de escaños de 705 a 720. Esta propuesta fue aprobada por el Parlamento Europeo en septiembre de 2023.
Esta es la lista completa de países y el número de escaños que les corresponden a cada país según la distribución aprobada para estos comicios:
Los escaños en el Parlamento Europeo se asignan utilizando distintos sistemas electorales, que pueden variar entre los estados miembros. La mayoría de los países emplean algún tipo de sistema de representación proporcional. En muchos casos, se utilizan listas cerradas, donde los partidos políticos presentan una lista de candidatos y los votantes eligen entre listas de partidos en lugar de candidatos individuales.
En España, por ejemplo, las candidaturas deben contar con el respaldo de al menos 15,000 firmas o las firmas de 50 cargos electos. Los electores votan por listas cerradas, lo que significa que no pueden cambiar el orden de los candidatos en la lista. Además, la circunscripción electoral es única para todo el territorio nacional, es decir, los votos de todas las regiones se agrupan para determinar el reparto de escaños. Una vez recibidos dichos votos los escaños en España se reparten siguiendo la Ley D’Hondt
Un aspecto crucial de las elecciones europeas es la participación ciudadana. Históricamente, la participación en las elecciones al Parlamento Europeo ha sido menor en comparación con las elecciones nacionales. En las últimas elecciones de 2019, la participación en España fue del 60,7%, significativamente más alta que en elecciones anteriores gracias también a la coincidencia en fecha con las elecciones generales.
Por otra parte, la participación en las elecciones europeas más allá de nuestras fronteras varía considerablemente entre los estados miembros. Países como Bélgica y Luxemburgo, donde el voto es obligatorio, tienden a mostrar una alta participación, mientras que en otros países como Eslovaquia y República Checa se ven unas tasas de participación más bajas.