El puerto de Duisburgo y el dilema de Alemania: reducir la dependencia china sin debilitar su economía

  • El puerto de Duisburgo es un enclave estratégico de China y las tensiones entre Pekín y Occidente pueden afectar a la economía alemana

  • El Gobierno alemán y de Bruselas quieren reducir riesgos y depender menos de Pekín

  • “Sería una gran desventaja y un punto arriesgado que esta reducción de riesgos con China y está desconexión se haga demasiado rápido", advierten en Duisburgo

La relación económica con China empieza a verse como un riesgo por las tensiones entre Pekín y Occidente. Esa relación es especialmente intensa en Alemania, por lo que reducirla, por otro lado, debilita a la economía alemana, el principal motor europeo durante años, como informa en el vídeo Lluis Tovar, con imágenes de Aimar Sanjurjo.

El puerto de Duisburgo es el puerto ferroviario más grande de Europa y China lo situó como su enclave estratégico europeo de la ruta de la seda, pero las últimas crisis internacionales lo han cambiado todo.

Antes de la pandemia llegaban allí cinco grandes trenes cada semana procedentes de Wuhan, pero ahora las cifras se han reducido significativamente, cerca de un 10%, y el puerto, tras la pandemia y la invasión rusa a Ucrania, se replantea cuál va a ser su relación con China.

Duisburgo quiere seguir la política del Gobierno alemán y de Bruselas de reducir riesgos y depender menos de Pekín. Nos lo cuenta Markus Teuber, comisario de Duisburgo para las relaciones con China, --un cargo único en una ciudad europea--, lanzando, eso sí, una advertencia: “Sería una gran desventaja y un punto arriesgado que esta reducción de riesgos con China y está desconexión se haga demasiado rápido y de manera acelerada”.

Las inversiones de China en el puerto de Duisburgo

Las inversiones de China forman parte de la vida de la ciudad y en el lugar está bien visto: “No tengo problema con las inversiones China”. “Me gustaría que siguieran”, opinan muchos.

Empresas como Huawei tenían un plan para modernizar la ciudad y un gigante de mercancías chino iba a comprar el puerto. Ahora, todo está en el aire. Los expertos también avisan de la paradoja de Alemania si la situación con Pekín se tensa.

“Las empresas alemanas están produciendo y vendiendo en China. Por lo tanto, arancel a empresas chinas, en cierto modo, también puede ser un arancel a la industria alemana”, señala Ángel Álvarez, experto en asuntos europeos.

La receta pasa por cooperar sin depender en exceso.

Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail

Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento