Las palabras del ministro Óscar Puente sobre el presidente argentino han generado un conflicto internacional. El ministro de Transporte del Gobierno de España ha insinuado que Milei consume sustancias antes de sus intervenciones públicas. Como no podía ser de otra manera, este ha reaccionado con un durísimo ataque contra Pedro Sánchez y el Gobierno español, como ha informado Federico Molina.
Los términos del comunicado de Javier Milei casi podrían considerarse contenidos si los comparamos con anteriores exabruptos que ha lanzado el argentino a otros mandatarios, como los presidentes de México, Colombia y Brasil. No digamos de las perlas que soltaba antes de que Milei llegara a la Casa Rosada.
Las más sonada, la que dedicó a su compatriota el Papa Francisco. El denominador común de estos ataques es el perfil izquierdista de aquellos a los que descalifica.
Javier Milei, que no dejaba títere con cabeza en las tertulias, llegaría con el tiempo a la Casa Rosada y sufría lo que parece ser un acto de contrición, penitencia o diplomacia. Hasta tal punto llegó esta relajación que el Papa y el presidente de Argentina llegaron a intercambiar abrazos y regalos en el Vaticano.
El ultraconservador no exorcizó, sin embargo, sus demonios socialistas en los casos de los presidentes de México, Chile y Brasil, a quienes descalificó durante su campaña presidencial.
Ataques que han llegado a provocar la ruptura de lazos diplomáticos con México y Colombia parecido al que ha surgido con España.
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