Siete trabajadores humanitarios de la ONG World Central Kitchen han muerto en un ataque israelí en Gaza. Su fundador, el chef español José Andrés, ha pedido a Israel que respete la vida de los civiles y que no use el alimento como arma de guerra. Esta ONG desde 2010 lleva comida la gente que pasa hambre a consecuencia de los desastres naturales y las guerras.
Como dice el propio chef español, afincado desde hace décadas en Estados Unidos, “cuando se necesitan servicios médicos, se traen médicos y enfermeras. Cuando se necesita reconstruir infraestructuras, se traen ingenieros y arquitectos. Y si tienes que alimentar a la gente, necesitas chefs profesionales”.
Esa es la idea que World Central Kitchen lleva aplicando desde 2010, cuando José Andrés y a su esposa Patricia pensaron estando en su casa y tras ver las consecuencias del terremoto de Haití que “cuando la gente tiene hambre hay que enviar cocineros. No mañana, hoy”.
José Andrés puso rumbo a Haití, donde ayudó a cocinar junto a familias desplazadas en un campamento, que le enseñaron a hacer la comida que les gustaba allí.
Y esa es la idea que mueve a la ONG World Central Kitchen, que trata de estar donde la gente necesita alimento, ya sea por una guerra como la de Gaza o Ucrania; por la destrucción de un terremoto, un volcán o un huracán; por una pandemia; o con los refugiados que llegan a la frontera de los Estados Unidos huyendo de la violencia y de la pobreza extrema. “Todo esto es posible gracias al trabajo con las comunidades donde quiera que vayan los equipos de WCK”, afirma la ONG.
Entre los trabajadores humanitarios muertos en el ataque de Israel contra el convoy blindado de WCK había al menos una persona de origen gazatí, el conductor. "Todos forman parte de World Central Kitchen, quizás aún no lo sepan", ha dicho siempre José Andrés sobre la importancia de la colaboración de las gentes locales allá donde van.
WCK cuenta con un equipo de chef Corps, al que se suman los líderes culinarios de las comunidades locales, que agiliza mucho su trabajo sobre el terreno.
Es esa rapidez y agilidad para llegar a los sitios donde es necesario el alimento otra de las claves caracteriza a WCK. La ONG sabe adaptarse a las circunstancias particulares de cada sitio. El de hoy en Gaza era el segundo envío de comida, 332 toneladas, a través de un corredor marítimo abierto por ellos mismos en colaboración con la ONG Open Arms, tras el cierre de la frontera terrestre de Rafah, la única por la que entraba algo de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza.
La ONG de José Andrés se define en su web como “la primera organización en responder a emergencias, ofreciendo alimentos durante crisis. Desplegando nuestro modelo de intervención rápida, aprovechando recursos locales y adaptándonos en tiempo real, WCK ha servido más de 350 millones de comidas nutritivas por todo el mundo”.
Solo en Gaza, WCK ha repartido hasta hoy 42 millones de comidas. Tras el ataque, la ONG ha suspendido sus operaciones en Oriente Próximo.
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