Los príncipes de Gales manifestaron recientemente que "están extremadamente conmovidos por la calidez y el apoyo del público", así como "agradecidos por la comprensión de su petición de privacidad", tras anunciar Kate Middleton su diagnóstico de cáncer el pasado viernes 22 de marzo. La esposa del príncipe Guillermo afronta uno de los momentos más complicados de su vida, al someterse a un tratamiento de quimioterapia preventiva, rodeada de sus seres queridos: su marido y sus tres hijos.
Encontrar apoyo en las personas más íntimas es algo fundamental para los pacientes oncológicos, tal y como explican a Informativos Cecilia Martín Sánchez y Marina García Fuentes, codirectoras del Instituto de Psicología Psicode, en Madrid y Alicante, expertas que dan las claves sobre la situación actual de la duquesa de Cambridge a nivel psicológico.
La princesa de Gales, como subrayó en el comunicado que hizo entrar en shock a Reino Unido, se encuentra actualmente en pleno tratamiento. Su principal objetivo es centrarse en la recuperación y, a pesar de mostrarse fuerte todos estos años, el proceso será difícil: "Kate ha mostrado gran capacidad de resiliencia desde que se casó con el príncipe. Ha sabido adaptarse a su papel como princesa y a sus responsabilidades, cualidades que son positivas a la hora de afrontar el diagnóstico, pero el tratamiento de quimioterapia, con el desgaste físico y psicológico que conlleva y con la posible pérdida del cabello (símbolo de feminidad y juventud) será muy duro para ella", explica Cecilia Martín.
La duquesa de Cambridge, de 42 años, siempre se ha mostrado ante los medios con una actitud impecable, una mujer elegante y sofisiticada. El deterioro a causa del tratamiento de cáncer "es duro para cualquier persona, pero para una mujer con una vida tan mediática es peor", precisa Cecilia, que destaca que Kate, aunque sea una figura pública, "es una mujer que guarda con discreción su vida personal". Por tanto, "las especulaciones sobre su salud, que han intentado frenar con su petición de privacidad, suponen una intromisión a su intimidad y un estrés añadido que no beneficia a su recuperación".
Marina García destaca que, para las personas, normalmente, cuando reciben el diagnóstico, es muy difícil "contarlo" a sus seres queridos, "apenas tienen energías": "Lo cuentan cuando digieren la noticia. Sin embargo, a Kate apenas le ha dado tiempo, porque la presión social quería respuestas". Es decir, ha facilitado la información sobre su salud sin haberla asimilado. Sin saber este dato, muchos criticaban la tardanza de explicar lo que ocurría. Un escenario bronco para cualquiera. Para entenderla, apunta Marina, "solo tenemos que pensar en un momento de nuestra vida, donde lo hemos pasado mal": ¿querríamos contarlo al mundo entero o simplemente buscar el apoyo y el consuelo de las personas íntimas?.
Kate Middleton ha tenido que hacer frente a teorías conspiratorias sobre su estado de salud y sigue expuesta a comentarios tras haber revelado su diagnóstico. Según las expertas, que se comenten públicamente los datos sobre la salud de una persona la hace sentir más vulnerable, porque se muestra su intimidad de manera forzada. Lo mismo ocurre con los rumores que circularon de una posible crisis matrimonial: "Si me pidieran consejo los príncipes de Gales les diría que cuantas menos noticias lean sobre ellos, mucho mejor", precisa Cecilia Martín, que asegura que el facilitar más información sobre cualquier ámbito solo haría crecer las especulaciones. No obstante, es consciente de que para ellos "es muy difícil mantener el equilibrio entre sus responsabilidades públicas y sus vidas privadas".
Para la psicóloga, lo más complicado ahora para Kate es que no puede afrontar la recuperación de un modo natural, puede que tenga que estar pendiente de si su estado de ánimo es el más idóneo para los demás: "La falta de naturalidad y espontaneidad y el miedo al aluvión de comentarios aumentará su ansiedad cuando, por ejemplo, tenga que acudir o aparecer en un acto público. Puede preguntarse ¿Tengo que mostrar siempre una actitud de fortaleza y optimismo?".
"Es necesario que se sienta libre para tener bajones de ánimo y que disponga de gente de confianza con quien desahogarse, con quien quejarse, con quien se pueda sentir libre para llorar o mostrar su miedo a la evolución de la enfermedad", precisa Cecilia. Marina agrega en este sentido que "la incertidumbre por no saber cómo se va a desarrollar la enfermedad suele correlacionar con un cuadro de ansiedad, y esta probabilidad se acentúa si además hay que responder a una presión social".
La figura de Guillermo, tal y como manifestó Kate en su comunicado del pasado viernes, es crucial en su recuperación: "Pasar por el cáncer no sólo tiene repercusión en la persona afectada, sino que afecta significativamente a la pareja y a la familia en general. Guillermo, como pareja, puede suponer un importante apoyo de cara a su recuperación y tener que afrontar las sesiones de quimioterapia. Sentirse acompañada por él en las citas con el médico, saber escucharla y mostrar empatía y también comunicarse con franqueza expresando sus propios sentimientos", explica Cecilia Martín.
"Este proceso puede unir mucho a la pareja. Tener el apoyo emocional constante de su marido en este proceso es fundamental: pasar tiempo juntos, con gestos de cariño, palabras de aliento y validando los sentimientos de su esposa. Animarle a que se cuide, hacer juntos actividades relajantes, cuidar su alimentación y ejercicio físico juntos, adaptado a la condición física de Kate", agrega la psicóloga. Marina García destaca que, en este caso, hablamos de una pareja, pero "toda persona que sea un pilar en nuestra vida ayudará a amortiguar el impacto de cualquier sufrimiento".
Además de su marido y sus hijos, así como otros familiares, Kate cuenta con el apoyo del rey Carlos III, quien también afronta su propio tratamiento de cáncer: "Aunque nunca nos consuela que otro esté pasando por lo mismo. porque cada proceso de esta enfermedad es único, el hecho de que puedan hablar de lo que les preocupa, de que se apoyen mutuamente y compartan los pensamientos que les ayudan a llevarlo mejor, es algo muy positivo. El apoyo social y familiar es clave en la recuperación de muchas enfermedades", subrayan las expertas, que destacan la importancia de la empatía (una emoción que nos ayuda a afrontar con más fuerza las dificultades).
El mayor pilar de Kate son sus tres hijos: George, Charlotte y Louis, nacidos en 2013, 2015 y 2018, respectivamente. Como bien dijo la princesa de Gales, explicar a los pequeños su diagnóstico llevó tiempo y no fue nada fácil. Y es que los niños apenas tienen 10, ocho y cinco años. Cecilia Martín explica cómo pueden afrontar el proceso: "Las reacciones de los niños dependen de varios factores -de su edad, de la relación que tengan con su madre y del apoyo que reciben durante el proceso-. Es normal que sus hijos se muestren preocupados ante la noticia y que tengan miedo de perder a su madre o lo pasen mal viendo sufrir a su madre. Los niños más pequeños pueden tener un pensamiento egocéntrico y en ocasiones se sienten culpables por la enfermedad de su madre, creyendo que ellos han hecho algo malo para provocarlo (es necesario aclararlo)".
"También sienten ansiedad de separación cuando no pueden estar con ella -por lo que estarían con su niñera, María Teresa Turrión Borrallo- y pueden presentar cambios en su comportamiento (más rebeldes) y en su rendimiento escolar (por dificultades de concentración, pérdida de energía o de motivación). Pueden presentar problemas para dormir, cambios en el apetito o conductas regresivas. Aunque todo dependerá de cada niño, de su capacidad de adaptación a los cambios y de su resiliencia, los niños siempre necesitarán apoyo emocional y un entorno seguro donde expresar sus sentimientos, dudas y preocupaciones sobre su madre", precisa la psicóloga de Psicode.
En algunas familias, apuntan las expertas, los hijos pequeños son los últimos en enterarse de la enfermedad de sus padres, pues les filtran mucho la información. Suelen decirles que están malos y que tienen que ir al médico, sin dar mucho detalles. Sin embargo, con "los hijos de Kate, al ser una persona conocida, va a ser más difícil proteger la información que les llegue, pues, en el colegio, los compañeros de clase escuchan y luego transmiten el mensaje de los adultos, sin mala intención". Hay que saber cómo cerrar el tema de forma que nos les genere un sufrimiento innecesario.
Lo más importante para afrontar el diagnóstico del mejor modo es, como insisten las expertas, buscar el apoyo emocional de la familia y persona de confianza. Además, dan otros pasos a seguir para la princesa de Gales y otros pacientes oncológicos:
Kate Middleton, tal y como apuntan Cecilia y Marina, "puede ayudar a muchas personas como fuente de inspiración cuando ella comparta su experiencia, los obstáculos que ha atravesado y qué es lo que le ha ayudado a luchar contra el cáncer":
"Su vídeo dando a otras personas el mensaje de que 'no están solos' va a suponer un gran apoyo emocional para aquellos que estén pasando por lo mismo. Los mensajes públicos también pueden difundir información y concienciar a la población sobre la enfermedad. Y Kate también puede usar su estatus como persona pública para recaudar fondos para la investigación contra el cáncer y potenciar otros recursos para las personas afectadas".
Lo principal, sentencian, "es ser auténtica": "Habrá que mostrar mensajes de fuerza y esperanza, pero permitirse sacar la debilidad forma parte también de la ayuda". Mostrarse vulnerable nos hace más humanos y respetados y, después de uno hundirse, siempre se levanta. "Es ahí donde ves que sí se puede".
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