El accidente del carguero que ha chocado contra el puente Francis Scott Key ha cortado el tráfico marítimo comercial. Por tierra, la destrucción de la estructura de acero también obliga a cambiar rutas por la que transitaban más de 33.000 vehículos cada día. Baltimore se enfrenta a las consecuencias económicas del incidente que ha dejado seis muertos y las autoridades prevén que las pérdidas serán millonarias.
El tráfico marítimo ya está suspendido y no hay fecha para retirar la estructura de acero del puente y del carguero accidentado: Baltimore afronta las consecuencias económicas de este desastre.
La ciudad estadounidense tiene el noveno puerto más activo de Estados Unidos que en 2023 tenía 15.000 empleos directos con un volumen de facturación de 80.000 millones de dólares en importaciones y exportaciones.
Los fabricantes de vehículos que usaban esta vía para la entrega de automóviles ya están desviando unidades a otros puertos estadounidenses en un compás de espera que ya provoca pérdidas millonarias.
Por el momento el colapso mantiene además varados a siete buques y otros 20 barcos que no pueden entrar al puerto. Cientos de pescadores en las aguas del río Patapsco, están preocupados por el impacto económico y les cuesta asimilar la pérdida del puente Francis Scott Key por el que transitan diariamente por unos 33.000 vehículos.
Reconstruirlo será lento y complicado, aunque el presidente Joe Biden ya ha prometido dinero del Gobierno Federal para apoyar la reconstrucción del puente Francis Scott Key, una mole metálica de más de 2 kilómetros de largo. El Gobernador ha hablado de años para que la ciudad vuelva a contar con el puente.
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