Kate Middleton anunciaba el pasado viernes que ha sido diagnosticada de cáncer y que ya se ha sometido a quimioterapia preventiva. La princesa de Gales confirmaba que estaba "en las fases iniciales de ese tratamiento" y que, a pesar del duro golpe que había sido el diagnóstico, se encontraba bien y con fuerza para seguir adelante.
Como ya pasó cuando se compartió el diagnóstico del rey Carlos III, desde el Buckingham Palace no se ha compartido ninguna noticia más acerca del tipo de cáncer que padece la princesa, pero, ¿por qué no se desvela este dato?
El motivo por el que Buckingham Palace no desvela el tipo de cáncer de Kate
Kristina Kyriacou, la que fue secretaria de comunicación de Carlos de Inglaterra entre 2009 y 2016, explicaba, cuando salió a la luz la enfermedad de Carlos III, que en estos casos "cuanta más información das, más especula la gente".
Por ello, la estrategia desde Buckingham está siendo la misma tanto para Carlos III como para Kate: no desvelar el tipo de cáncer. "En cuanto se sabe qué tipo de cáncer es, todo el mundo empieza a buscarlo, la gente empieza a buscar en Google y dicen: 'Conozco a alguien y le pasó esto, esto es lo que va a pasar'", explicaba Kyriacou.
La psicóloga Elena Daprá también confirma las razones de esta estrategia, según recoge Lecturas: "No se dan tantos datos para que la gente no malinterprete o empiece a sacar bulos sobre el cáncer o cualquier afección."
Los tipos de cánceres relacionados con la zona abdominal
Los distintos tipos de cánceres relacionados con la zona abdominal y a los que podría enfrentarse Kate Middleton son, según recoge El Universo:
Cáncer de cuello uterino. El cáncer de cuello uterino es una enfermedad que se puede prevenir y curar mediante la detección precoz. Entre los síntomas destaca el sangrado vaginal anormal, dolor durante las relaciones sexuales o dolor en la región pélvica. La prevención de esta patología se centra en evitar la infección por el virus del papiloma humano (VPH), para lo que se recomienda el uso del preservativo en las relaciones sexuales, así como la vacunación frente al VPH en los casos para los que está indicada. El diagnóstico temprano de las lesiones ayuda a la prevención y protección.
Cáncer de colon. Los síntomas del cáncer de colon muchas veces son similares a los de otros procesos más frecuentes como las hemorroides, fisuras o fístulas, lo que puede retrasar su diagnóstico. Aun así, la emisión de sangre por con las heces debe ponernos alerta. Para la detección precoz de cáncer de colon se pueden realizar diferentes tipos de exploraciones, siendo la prueba de sangre oculta en heces el más utilizado.
Cáncer de estómago. En las fases más tempranas de la enfermedad no presenta síntomas, por lo que su diagnóstico es complicado. Cuando los síntomas aparecen, en fases más avanzadas, los pacientes pueden presentar astenia, anorexia y hemorragia digestiva. Este tipo de cáncer se diagnostica a través de una endoscopia digestiva amplia.
Cáncer de ovario. Entre los síntomas del cáncer de ovario se encuentran malestar general, pérdida de apetito, sensación de plenitud posterior a las comidas y, algunas veces, aumento del perímetro abdominal. Síntomas bastante difusos e inespecíficos hacen que las pacientes puedan confundirlos con otras dolencias. Las causas del cáncer de ovario continúan sin conocerse puesto que las alteraciones celulares que desencadenan un cáncer son "múltiples" y, aunque cada vez se sabe más de ellas, "todavía no se pueden determinar cómo comienzan".
Cáncer de páncreas. El dolor abdominal, acompañado de pérdida de peso e ictericia (coloración amarilla en la piel, el blanco de los ojos y otros tejidos) son las manifestaciones más comunes del cáncer de páncreas. Este tumor habitualmente no tiene síntomas, por lo que en el 80 por ciento de los casos, en el momento del diagnóstico el tumor ya ha hecho metástasis. Éste es el cáncer más frecuente en el aparato digestivo, después de los de colon y estómago.