El príncipe Guillermo supo que su esposa, Kate Middleton, tenía cáncer justo antes de asistir al homenaje dedicado al rey Constantino de Grecia y organizado por la Familia Real británica el pasado 27 de febrero. Momentos antes de aquella misa, fue informado sobre el diagnóstico. La ausencia del príncipe de Gales en la ceremonia fúnebre celebrada en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor, causó una enorme sorpresa, pero el anuncio de Kate de este viernes arroja luz sobre por qué se mantuvo alejado de los focos.
Se espera que los asistentes reales brinden un apoyo todavía mayor al heredero al trono británico a medida que se retira de sus deberes de primera línea y cuida a sus tres hijos mientras su esposa sigue el tratamiento contra el cáncer.
Guillermo, de 41 años, ya estuvo ajustando sus deberes reales para dedicar todo el tiempo posible a su familia después de que Kate ingresara por primera vez en The London Clinic el pasado mes de enero para someterse a una cirugía abdominal mayor, recoge 'Daily Mail'.
El hijo mayor del rey Carlos III se propuso estar junto a su esposa en todo momento y mantener su intimidad mientras se somete a quimioterapia. Además, a la pareja le llevó tiempo explicar todo a sus tres hijos -George, Charlotte y Louis- de una manera apropiada para ellos, según ha destacado la princesa de Gales en su anuncio. Kate Middleton se reunió con su marido y sus hijos de forma privada y les aseguró: "Voy a estar bien".
Ahora todos esperan que su recuperación sea la más óptima. Y es que el príncipe Guillermo ha visto ahora cómo tres miembros de la Familia Real tienen que luchar contra el cáncer al mismo tiempo: su esposa, su padre, el rey Carlos III, cuyo diagnóstico se reveló en febrero, y Sarah, duquesa de York, quien anunció a principios de este año que le diagnosticaron un melanoma maligno.
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