Las autoridades de Israel han informado de que liberarán a los palestinos, considerados presos administrativos a los que les quede un mes de detención, ante la falta de espacio en sus cárceles. Amnistía Internacional y Human Rights Watch (HRW) han criticado las detenciones administrativas al considerar que se trata de arrestos bajo la presunción de que estas personas podrían cometer un delito en el futuro.
El Gobierno de Netanyahu ha aumentado de forma exponencial el número de arrestados palestinos desde la ofensiva militar del Ejército de Israel tras los ataques llevados a cabo el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) ha hecho público un comunicado en el que informan que "de acuerdo con la evaluación de la situación de todos los organismos de seguridad y haciendo hincapié en la escasez de espacio en las cárceles, se decidió liberar a los detenidos administrativos que finalicen su detención en el próximo mes, con el fin de dejar espacio a los detenidos con un nivel de amenaza más alto".
La Sociedad de Presos Palestinos (PPS, por sus siglas en inglés) cifra en más de 7.300 los arrestos realizados por las fuerzas israelíes en Cisjordania y Jerusalén Este desde el 7 de octubre, indicando que durante la jornada del miércoles por la tarde al jueves por la mañana habían sido detenidos 20 ciudadanos, la mayoría de ellos en la gobernación de Hebrón.
La detención administrativa es un tipo de detención arbitraria de palestinos utilizada por el Ejército de Israel y que puede renovarse indefinidamente basándose en información secreta bajo la presunción de que los arrestados podrían cometer un delito en algún momento en el futuro, según han denunciado varias ONG de Derechos Humanos como Amnistía Internacional, Human Rights Watch (HRW) o la organización pacifista israelí BTselem.
Desde que comenzó la ofensiva de Israel en territorios palestinos han muerto más de 30.000 personas y 70.400 heridos en la Franja de Gaza. Asimismo, 406 palestinos han muerto en operaciones llevadas a cabo por las fuerzas de seguridad de Israel y ataques perpetrados por los colonos en Cisjordania y Jerusalén Este desde los ataques de Hamás, que se saldaron con 1.200 muertos y 240 secuestrados en territorio israelí.
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