Estados Unidos y China trabajarán juntos en la lucha contra el tráfico de fentanilo. Washington, que enfrenta la peor crisis por el consumo de drogas de la historia del país, quiere atajar de raíz la producción del potente opiáceo, con Pekín, donde se producen las sustancias que permiten la fabricación de este analgésico con efectos devastadores.
El pacto de colaboración entre China y Estados Unidos, lo ha anunciado el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, que ha informado de los primeros pasos dados por el Gobierno chino para restringir el suministro de sustancias precursoras del fentanilo en materia legal y policial contra decenas de proveedores de drogas sintéticas.
Miller ha celebrado estas medidas como una forma de reanudar la cooperación chino-estadounidense en esta materia, que había estado suspendida durante años por las recientes tensiones entre ambos países.
Los primeros avances para retomar esta colaboración comenzaron con la reunión en noviembre entre el presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo chino, Xi Jinping.
"Estos han sido unos pasos iniciales importantes y, a través de este grupo de trabajo, seguiremos presionando para que se tomen medidas concretas. Hacer frente a la crisis del fentanilo en Estados Unidos y a la oleada de drogas sintéticas en todo el mundo es un reto transnacional que exige una respuesta mundial firme y coordinada. Seguiremos participando en la enérgica diplomacia necesaria para lograrlo", ha añadido Miller.
"En los dos últimos días, el subsecretario de Asuntos Internacionales en materia de Estupefacientes, Todd Robinson, se unió a una delegación interinstitucional que viajó a Pekín para marcar el inicio de un grupo de trabajo bilateral sobre lucha contra los estupefacientes con la República Popular China.
La puesta en marcha de este grupo de trabajo supone un paso importante para avanzar en acciones concretas de aplicación de la ley y coordinar medidas específicas para detener el flujo ilícito de precursores químicos que están alimentando la crisis ", ha explicado Miller.
El consumo de fentanilo en Estados Unidos, un analgésico sintético 50 veces más potente que la heroína, ha provocado el aumento de las muertes causadas por drogas en el país.
Portland, la ciudad más grande del Estado de Oregón, en EEUU, ha declarado emergencia sanitaria de 90 días en un intento de frenar el uso de la droga. Portland ha sufrido un aumento de la indigencia y la adicción a las drogas en los últimos años vinculado con el consumo de fentanilo lo que ha provocado que muchas empresas hayan trasladado sus sedes por la inseguridad en las calles.
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