La polémica ejecución por asfixia con nitrógeno ya se ha realizado en Alabama, Estados Unidos. Kenneth Smith, ha muerto tras cerca de media hora inhalando el gas tóxico. El estado recurrió a este método, la primera vez en el país, tras no lograr encontrarle una vena para llevar a cabo con éxito la llamada "inyección letal".
El sacerdote que ha asistido al reo en sus últimos días relataba así su agonía: "Vimos minutos de alguien luchando por su vida, vimos minutos de alguien moviéndose de un lado, vimos saliva, vimos la máscara atada a la camilla y a él agitando su cabeza agitándose hacia delante una y otra vez.
Lo cierto es que la muerte de Smith fue "agónica", según relató el responsable del Departamento Correccional de Alabama, John Hamm: "Smith aguantó la respiración todo lo que pudo. Luego luchó un poco contra sus ataduras, hubo algunos espasmos y algo de respiración agónica. Todo eso era lo esperado".
"Luego, los efectos secundarios que hemos visto de la hipoxia del nitrógeno. Así que nada se salió de lo normal, de lo que esperábamos", añadió Hamm en una comparecencia ante los medios para certificar la muerte de Smith.
En esa comparecencia pública también intervino Mike Sennett, hijo de la mujer asesinada por Smith, quien se mostró satisfecho por la aplicación de la pena capital: "Es un día agridulce. No vamos a estar saltando, gritando ¡hurra! y todo eso. Nosotros no somos así, pero estamos contentos de que este día haya terminado. Kenneth Smith tomó algunas malas decisiones hace 35 años y su deuda fue pagada esta noche".
Kenneth Smith, de 58 años, era el segundo preso estadounidense que había salido vivo de la cámara de ejecuciones, ya que el verdugo estuvo "más de 4 horas intentando" encontrar la vena correcta para administrarle la inyección letal, sin éxito. Los abogados de Smith interpusieron una demanda alegando que su defendido iba a ser utilizado como conejillo de indias para probar por primera vez esta forma de ejecución, autorizada en 2018, pero nada ha impedido su ejecución.
El método de asfixia por nitrógeno ha sido duramente criticado e incluso no recomendado para acabar con la vida de animales. Mario Marazziti, cofundador de la Coalición Mundial contra la Pena de Muerte, denuncia que esta forma se utiliza "para matar cerdos" y habitual en el sacrificio de animales para consumo humano. Y sí, como ha relatado el sacerdote que ha visto mirir a Kenneth Smith, sí provoca sufrimiento. Ni siquiera tuvo, como sí se hace con los cerdos, una sedación previa. Entre los efectos que puede causar el gas nitrógeno en el organismo se encuentran la Inflamación de las vías aéreas (cavidad nasal, nasofaringe, orofaringe, laringe y tráquea), la irritación en zonas como los ojos, las fosas nasales y la garganta, la tos, falta de aire o aliento, náuseas antes de provocar la muerte ante la exposición prolongada.
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