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El Gobierno estadounidense ha anunciado este viernes la suspensión inmediata de su financiación a la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA) mientras dure la investigación a varios empleados acusados de participar en el ataque de las milicias palestinas del pasado 7 de octubre contra Israel, que se saldó con 1.200 muertos aproximadamente y se convirtió en el detonante de la actual guerra entre el Ejército israelí y el movimiento islamista palestino Hamás.
"Estados Unidos está extremadamente preocupado sobre las alegaciones de que doce empleados de la UNRWA podrían haber estado involucrados en el ataque terrorista perpetrado el 7 de octubre por Hamás contra Israel", ha hecho saber el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
Dada la situación, el Gobierno estadounidense ha anunciado la "suspensión temporal de su financiación" al organismo mientras "examina estas alegaciones y las medidas que Naciones Unidas está emprendiendo para abordarlas".
El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, ya se ha puesto en contacto con el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, para "hacer hincapié en la necesidad de una investigación rápida y exhaustiva", como ya prometiera el responsable de la ONU en su primera reacción al anuncio.
De hecho, el Gobierno estadounidense aplaude la rapidez de reacción del secretario general, así como su promesa de adoptar "medidas decisivas si las acusaciones son ciertas", así como el compromiso anunciado también por Guterres para poner en marcha "una investigación integral e independiente" sobre la propia agencia para los refugiados y "hacer responsable a cualquier que haya participado en los espantosos ataques del 7 de octubre".
Por último, el Departamento de Estado de EEUU ha indicado que ya se ha puesto en contacto con el Gobierno de Israel para pedir más información sobre estas acusaciones y que los miembros pertinentes del Congreso de EEUU ya han sido informados de lo que está ocurriendo en relación a este caso. "Seguiremos en estrecho contacto con la ONU y con el Gobierno de Israel sobre esta cuestión", remacha la nota.
Más tarde, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, ha lanzado una publicación en su perfil oficial de la red social X, donde ha puesto en valor esta decisión de la Administración de Estados Unidos, pues considera que es "un paso importante para hacer que la UNRWA rinda cuentas".
"Gracias a la Administración de Estados Unidos por su liderazgo y por dar un paso importante para responsabilizar a @UNRWA. En el horrible ataque del 7 de octubre participaron al menos una docena de empleados de la UNRWA: son "trabajadores humanitarios" con las manos manchadas de sangre." En contestación a su propio post añade: "Es necesario que se produzcan cambios importantes para que los esfuerzos, los fondos y las iniciativas humanitarias internacionales no alimenten el terrorismo de Hamás y el asesinato de israelíes. El terrorismo disfrazado de trabajo humanitario es una vergüenza para el @UN y los principios que dice representar." ha concluido.
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