La Policía de Ecuador ha incrementado las patrullas y los registros en uno de los barrios más peligrosos de Guayaquil, días después de que la ciudad se viera conmocionada por una ola de violencia. La guerra contra el crimen organizado continúa y buscan a los miembros de las bandas más peligrosas.
Aunque algunos residentes del distrito de Portete acogieron con satisfacción la medida, otros reaccionaron negativamente a la presencia policial. La proximidad de la zona a un puerto marítimo la hace propensa a la actividad delictiva y a la lucha de poder entre bandas callejeras, según ha declarado el teniente coronel Edison Medina. El Ejército también ha realizado controles en las carreteras tras el repunte de la violencia.
Un dramático repunte de la violencia en Ecuador esta semana -incluido el asalto a un canal de televisión, la toma como rehenes de 178 funcionarios de prisiones por parte de reclusos y el secuestro de agentes- parece ser una respuesta de las bandas a los planes del presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, para hacer frente a una grave situación de seguridad.
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