La República de Sudáfrica ha llevado a Israel ante el Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) por el genocidio de los palestinos en Gaza. El caso se inicia hoy con dos días de audiencias sobre las medidas urgentes que pide Sudáfrica para proteger a la población de Gaza. Sudáfrica busca que los jueces emitan medidas cautelares para detener la ofensiva militar llevada a cabo por las fuerzas israelíes en la Franja.
Fundamenta sus argumentos en la violación por parte de Israel de la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio de 1948, una acusación que el Gobierno israelí rechaza, invocando su derecho a la legítima defensa.
La posición sudafricana sostiene que Israel actúa con "intención genocida con un claro modelo de actuación" en sus operaciones militares. Durante la presentación del caso, Vusimuzi Madonsela, embajador sudafricano en los Países Bajos, donde se encuentra la sede del TIJ, afirmó que Israel "ha violado impunemente los derechos humanos durante décadas y eso la ha envalentonado".
Además, enmarcó esta conducta en el contexto de 75 años de apartheid, 56 años de ocupación y 16 años de bloqueo en Gaza, situaciones que, según él, demuestran "el fracaso del sistema internacional para movilizarse y prevenir un genocidio en Gaza". Desde el inicio de la ofensiva israelí, al menos 2.3 millones de personas han sido desplazadas de sus hogares.
El TIJ, encargado de resolver disputas legales entre estados, enfrenta en este caso una carga política inherente. Aunque no es necesario abordar la sustancia del asunto para que el tribunal emita medidas provisionales, es decir, determinar si realmente se ha cometido un genocidio, este aspecto se resolverá conforme el caso avance ante los mismos jueces.
Aunque las medidas cautelares son de obligado cumplimiento, el tribunal carece de medios para obligar a los países a acatarlas, siendo su fuerza principalmente derivada de la presión ejercida por el país afectado y sus aliados.
Sudáfrica acusa a Israel de violar la Convención sobre Genocidio de tres maneras fundamentales. En primer lugar, alega que Israel, en sus operaciones en Gaza, actúa con la intención genocida de matar y causar graves daños físicos o mentales a la población de Gaza, que comparte la misma nacionalidad, raza y religión. Además, sostiene que Israel alteró deliberadamente las condiciones de vida en Gaza de una manera que amenaza su existencia física.
En segundo lugar, la solicitud de Sudáfrica, que consta de 84 páginas, argumenta que Israel no hizo lo necesario para evitar el genocidio. Finalmente, Sudáfrica afirma que Israel no castiga a los funcionarios que incitan al genocidio.
En este contexto, Sudáfrica busca que el TIJ tome medidas inmediatas y que ordene el cese de las operaciones militares en Gaza.
Sudáfrica quiere que Israel garantice, además, el regreso de los desplazados a sus hogares y el acceso a la ayuda humanitaria, como comida, agua, combustible, medicinas, higiene, refugio y ropa. También pretende que, con una resolución favorable, Israel castigue a los responsables del genocidio y que preserve las evidencias del mismo, permitiendo la entrada a Gaza de funcionarios internacionales y otros interesados.
El equipo legal de Sudáfrica está encabezado por el profesor sudafricano John Dugard, que ha sido juez de el TIJ en varias ocasiones. El abogado británico Malcolm Shaw defiende a Israel en este caso.
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