El balance de víctimas mortales a causa del terremoto de 7,6 registrado el 1 de enero en el oeste de Japón ha ascendido a 94, según han confirmado las autoridades de la prefectura de Ishikawa, que han señalado que 222 personas se encuentran desaparecidas. Mientras, miles de personas siguen desplazadas y hay, al menos, 200 personas desaparecidas.
Hasta el momento se ha confirmado la muerte de 55 personas en la ciudad de Wajima, la más afectada, cifra a la que se suman 23 fallecidos en Suzu, cinco en Nanao y Anamizu, dos en Noro y uno en Shika y Hakui, todas ellas situadas en la prefectura de Ishikawa.
Cuatro días después del seísmo todavía hay 14 localidades de la prefectura, entre ellas periféricas a Wajima, que siguen aisladas, mientras cerca de 30.000 evacuados de la prefectura siguen aguardando el retorno a sus hogares.
Mientras tanto, la Policía japonesa ha incrementado el número de efectivos dedicados a la respuesta de emergencia, de 700 a 1.100, y el Gobierno japonés ha duplicado el número de militares desplegados a las zonas afectadas, hasta los 5.000 participantes, informa la agencia oficial de noticias japonesa Kiodo.
Las autoridades locales han publicado un documento con los nombres y edades --comprendidas entre ocho y 90 años-- de las más de 240 personas "cuya seguridad y paradero se desconocen", según el registro de residentes, y ha solicitad a la población información al respecto. Pese a las operaciones de búsqueda y rescate, aún se desconoce cuántas personas han resultado afectadas.
Además, 464 personas resultaron heridas, entre lesiones graves y leves, y más de 300 viviendas en Ishikawa han quedado dañadas, pese a que se desconoce la situación general, según informaciones recogidas por la cadena de televisión pública japonesa, NHK.
El gobernador, Hiroshi Hase, ha visitado una base militar destinada a transportar suministros de ayuda a la ciudad de Kanazawa y ha expresado su intención de fortalecer el sistema de transporte estableciendo puntos de relevo para los suministros, debido a las dificultades por los cortes de carretera y deslizamientos de tierra.
Las autoridades japonesas han alertado en varias ocasiones de que la cifra de fallecidos a causa del citado terremoto y sus posteriores réplicas podría ser superior debido a que aún hay muchas personas atrapadas entre los escombros tras el derrumbe de decenas de viviendas y han advertido de que la situación podría empeorar de cara a los próximos días a causa de las lluvias.
"Se espera que llueva y nieve durante el fin de semana, por lo que el transporte de suministros de hoy será clave. Me gustaría pedir a las Fuerzas de Autodefensa que ayuden a transportar tantos suministros como sea posible", ha afirmado en declaraciones a la prensa
El terremoto tuvo su epicentro a unos 30 kilómetros al noroeste de Wajima y una profundidad de 16 kilómetros. El seísmo desencadenó una inusual alerta de tsunami importante, aunque en la mañana del martes todos los avisos habían sido levantados, y se ha visto replicado por cientos de nuevos temblores.
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