Pocos herederos a un trono tienen un pasado tan controvertido como quien, en solo dos semanas, será el nuevo rey de Dinamarca. Federico, el príncipe rebelde, al que el Parlamento danés se planteó en su día pedirle que renunciara a sus derechos dinásticos, sucederá a su madre tras 52 años en el trono. Mientras, Mary, su esposa, será la reina consorte.
Definitivamente, la abdicación de reyes y reinas no es una cosa sola de neerlandeses, como decía con sorna Isabel II de Inglaterra. La propia reina Margarita de Dinamarca lo había descartado, hasta anunciarlo por sorpresa ayer. Asegura que en su decisión de abdicar ha influido su operación de espalda de hace un año. Por ello, tomará el relevo su primogénito, el que será el rey Federico X, que comenzará su reinado el 14 de enero con una ceremonia mucho más sobria que la coronación en el Reino Unido (eso sí que es solo cosa de ingleses).
Con 55 años, Federico X llegará al trono solo dos meses después de protagonizar una cierta polémica: las famosas fotos de su escapada a Madrid para verse con la empresaria mexicana Genoveva Casanova. Una controversia que coincidió precisamente con la visita de Estado de los reyes de España a Dinamarca. Y es que en su juventud, Federico fue detenido junto a la que entonces era su novia por conducir ella en estado de embriaguez y con exceso de velocidad.
Con todo, las encuestas de los últimos años señalan que una gran mayoría de los daneses considera que está preparado para ser jefe de Estado. Su esposa, la abogada australiana Mary Donaldson, Mary de Dinamarca, será la reina consorte.
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