El Vaticano ha aceptado la “posibilidad de bendecir” a parejas “en situación irregular” o del mismo sexo sin equipararlas al matrimonio, según un documento publicado este lunes por la Congregación para la Doctrina de la Fe. En este gesto de la máxima autoridad de la Iglesia Católica se incluyen las parejas de divorciados.
En el texto, el prefecto de esa congregación, el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, respondió que “se puede entender la posibilidad de bendecir a las parejas en situaciones irregulares y a las parejas del mismo sexo, sin convalidar oficialmente su ‘status’ ni alterar en modo alguno la enseñanza perenne de la Iglesia sobre el Matrimonio”.
Con esta declaración, la 'Fiducia supplicans', del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, aprobada por el Papa, será posible bendecir parejas formadas por personas del mismo sexo, pero al margen de cualquier ritualización e imitación del matrimonio, según ha publicado Vatican News. En la declaración se explica que ante la petición de dos personas de ser bendecidas, aunque su condición de pareja sea "irregular", será posible que el ministro ordenado dé su consentimiento, pero sin que este gesto contenga elementos ni remotamente parecidos a un rito matrimonial.
El documento ahonda en el tema de las bendiciones, distinguiendo entre las bendiciones rituales y litúrgicas, y las bendiciones espontáneas que se asemejan más a gestos de devoción popular. Es en esta segunda categoría en la que se contempla ahora la posibilidad de acoger también a quienes no viven según las normas de la doctrina moral cristiana pero piden ser bendecidos.
El texto del Vaticano sobre la bendición aclara que, para evitar "cualquier forma de confusión y escándalo", cuando una pareja del mismo sexo pida la bendición, "nunca se realizará al mismo tiempo que los ritos civiles de unión, ni tampoco en conexión con ellos". "Ni siquiera con las vestimentas, gestos o palabras propias de un matrimonio". Así, se plantea que este tipo de bendición "puede encontrar su lugar en otros contextos, como la visita a un santuario, el encuentro con un sacerdote, la oración recitada en un grupo o durante una peregrinación".
El Papa Francisco ya se había mostrado favorable a dar la bendición a las uniones entre parejas del mismo sexo en una respuesta que dio a la carta de cinco cardenales conservadores que le preguntaron sobre este asunto el pasado mes de octubre.
El papa en una respuesta que escribió de su puño y letra y en español les contestó argumentando que aunque "solo la unión sacramental de un hombre y una mujer abierta a engendrar hijos puede llamarse matrimonio" no se puede perder la "caridad pastoral". Por eso, su posición es clara sobre el tema de las parejas homosexuales que pidan la bendición: "En el trato con otras personas no hay que perder la caridad pastoral, que debe atravesar todas nuestras decisiones y actitudes.
Bergoglio ha sido prolífico en su respuesta, al explicar que "cuando se pide una bendición se está expresando un pedido de auxilio a Dios, un ruego para poder vivir mejor, una confianza en un Padre que puede ayudarnos a vivir mejor".