El Papa Francisco no quiere que entierren sus restos en el Vaticano y ya ha preparado su tumba en la basílica de Santa María la Mayor. Concretamente, en una capilla situada a la izquierda de la nave de esta basílica, junto a donde se conserva la advocación de la patrona de Roma, 'Salus Populi Romani'.
Empleados del Vaticano comenzaron las discretas labores de preparación en verano, y ya está todo listo para cuando el Papa precise sepultura, según señalan fuentes de ABC.
No cabe duda de que Francisco tiene un vínculo especial con ese lugar, el cual ha visitado 115 veces en lo que va de pontificado. Rezó allí horas después de ser elegido Papa. Hace unos días, el 8 de diciembre, dejó una rosa de oro para homenajear a la Virgen María; un obsequio típico que los pontífices ofrecen a ciertos templos dedicados a la Virgen.
En esta basílica fue donde celebró misa por primera vez San Ignacio de Loyola un 25 de diciembre de 1538. Está vinculada a la Corona de España y los reyes suelen ser «protocanónigos honorarios» de su cabildo. También se encuentran sepultados en ella Clemente VIII (1605) y Paolo V (1621), además del artista Gian Lorenzo Bernini.
En el Vaticano descansan 92 de los 264 pontífices de la historia. Hasta principios del siglo pasado, muchos pidieron que sus restos fueran trasladados a iglesias romanas vinculadas a su propia historia, o fuera de la Ciudad Eterna. Es el caso de Gregorio XII, enterrado en Recanati (Italia) después de su fallecimiento en el 1417.
Sea lo que fuere, Francisco, quien cumplirá 87 años el próximo domingo, no tiene prisa por usar la tumba de la basílica. "Sigo vivo", bromeó el viernes pasado con quienes saludó a la salida de la embajada de España ante la Santa Sede. Además, se encuentra planificando su ronda de viajes para los próximos meses, y visitará Argentina en 2024 si Javier Milei no le pone trabas.
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