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"No hay plata" fueron las palabras que pronunció Javier Milei en su primer discurso como presidente de Argentina, en el que advirtió que el nuevo gabinete gubernamental llevaría a cabo un durísimo reajuste económico para enfrentarse a la profunda crisis económica que atraviesa el país.
El portavoz presidencial, Manuel Adorni, ha declarado anteriormente que pretende recortar el gasto público en 20.000 millones de dólares, es decir, el 5% del PIB argentino. En este contexto, Luis Caputo, el nuevo ministro de Economía de la nación, ha revelado los detalles del primer paquete de medidas económicas en un mensaje grabado. El recorte de las subvenciones estatales a la energía y el transporte fue la más impactante de las 10 medidas que presentó, incluido el fin de los contratos de trabajo estatales que no duren más de un año.
El programa económico del ultraderechista busca atajar el déficit público y la inflación, que también tratará de limitar la impresión de papel moneda como receta para regular los precios. Santiago Bausili ha sustituido, en este sentido, a Miguel Pesce como presidente del Banco Central argentino.
También tiene previsto auditar todos los ministerios y empresas estatales para controlar en detalle sus gastos y revisar todos los contratos de la administración pública. Adorni enfatizó que los contratos y nombramientos públicos realizados por la anterior administración el año pasado "están siendo revisados", y añadió que los funcionarios que no estén dispuestos a cooperar con el ejecutivo serán objeto de las "sanciones pertinentes". También es posible que el Ministro de Finanzas allane el camino para la privatización de grandes empresas estatales, como Aerolíneas Argentinas o YPF.
Milei también pretende eliminar los 'privilegios' del sector público y de sus funcionarios. Adorni advirtió que a partir de ahora "se va a comenzar a exigir el 100% de presencialidad en los lugares de trabajo" a todos los empleados públicos. También se restringirá el acceso de los funcionarios a los inmuebles del Estado, a los coches oficiales e incluso a los teléfonos pagados por el Gobierno.
La Ley de Ministerios, sancionada el mismo día que Milei asumió el cargo, reducirá los Ministerios de 18 a 9; de 106 a 54 las Secretarías; y de 182 a 149 las Subsecretarías, para una reducción total del 34% en la administración del Estado.
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