El Ministerio de Sanidad de la Franja de Gaza, controlado por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), tiene ya registradas casi 17.700 víctimas mortales como consecuencia de la ofensiva militar lanzada hace dos meses por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) sobre el enclave palestino.
En concreto, las autoridades gazatíes han elevado este sábado a 17.700 el balance provisional de fallecidos, mientras que la cifra de heridos asciende a 48.780. Sólo en las últimas 24 horas se ha contabilizado 210 muertos y 2.300 heridos más y el dato previsiblemente seguirá subiendo, dado que continúan los ataques.
Las autoridades de Hamás, así como Naciones Unidas y otras organizaciones presentes sobre el terreno, han acusado a las fuerzas israelíes de bombardear zonas civiles e instalaciones teóricamente protegidas por el Derecho Internacional, como hospitales y escuelas. Desde el inicio de la actual escalada, sólo 618 heridos o enfermos han podido salir de la Franja a través del paso de Rafá, según el Ministerio.
Israel lanzó la ofensiva sobre Gaza como respuesta a unos atentados que dejaron el 7 de octubre en suelo israelí unos 1.200 muertos y que también han derivado en un cruce de ataques prácticamente diario en la frontera con Líbano, donde tiene presencia la milicia chií Hezbolá.
De momento, los hospitales que todavía están operativos siguen colapsados. Y organizaciones humanitarias insisten en la situación de emergencia, cada día peor, a la que se enfrentan los civiles.
Nicholas Papachrysostomou, coordinador de emergencias de Médicos Sin Fronteras (MSF), denuncia que la gente se ha quedado sin agua y que, para obtener leña con la que calentarse, están talando los pocos árboles que quedan.
Por otra parte, Papachrysostomou advierte de que la ciudad de Rafá no puede recibir a más gente. "La densidad de población es impresionante. He estado en (los campamentos rohingyas de) Bangladesh y nunca he visto tanta gente, tantos niños en la calle", ha declarado el coordinador.
Numerosos países con potencias como China, Francia, Rusia y los países árabes a la cabeza han reprochado a Estados Unidos su veto, por segunda vez, a la última propuesta de resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU pidiendo un alto el fuego en la Franja de Gaza.
Estados Unidos ha vetado la propuesta, que había obtenido 13 votos a favor y una abstención, la de Reino Unido, lo que pone aún más en evidencia el distanciamiento de Washington. China, Francia, Rusia -miembros permanentes-, Albania, Emiratos Árabes Unidos, Brasil, Ecuador, Gabón, Ghana, Suiza, Japón, Malta y Mozambique han votado a favor.
La embajadora británica ante la ONU, Barbara Woodward, ha explicado que su abstención se debe a que el texto no contenía una condena explícita de Hamás. Por otra parte, Francia ha lamentado en cambio la "falta de unidad" del Consejo.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, ha acusado a Estados Unidos de convertirse en "cómplice de genocidio" en la Franja, añadiendo que el veto a un alto el fuego inmediato en Gaza es un acto "inmoral" y una "vergüenza" que perseguirá al gigante norteamericano "durante muchos años".
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