En Gaza las tropas de Israel continúan con su ofensiva contra Hamás y sus supuestas infraestructuras. Allí, entre una inmensidad de escombros y restos de la destrucción causada por los bombardeos, nuestro compañero Sal Emergui ha conseguido lo que pocos periodistas han logrado hasta ahora: entrar en el infierno de la Franja.
Lo ha conseguido empotrado con las tropas de Israel, con las que ha comprobado in situ la situación.
“Llegamos a campos de refugiados palestinos de Shati, feudo de Hamás y hoy bajo control de Israel tras cuatro días de combates y ataques. Recorriendo esta zona dominada por las explosiones y el zumbido de los drones uno se da cuenta de la destrucción y también del enorme despliegue militar de Israel, motivado por el ataque de Hamás del 7 de octubre”, relata.
“Por primera vez, desde los años 90 las tropas israelíes se encuentran aquí, en Shati, en el corazón de la Franja de Gaza. Los soldados, entre combate y combate, nos dicen que, a diferencia de escaladas anteriores, en esta ocasión la misión es diferente: la misión, dicen, es acabar completamente con el grupo islamista Hamás”.
En esta guerra urbana, cuenta Emergui citando la información aportada por un oficial, “los túneles son un desafío porque hay muchos y porque son hallados en lugares tan diversos como casas, escuelas y mezquitas”.
Testigo directo, su cámara ha captado de hecho como la apertura de uno de ellos, que no estaba minado, sorprendía a un batallón de la brigada Nahal, una de las brigadas principales de las Fuerzas de Defensa de Israel.
Tras ello, el convoy militar retomaba su camino en la zona de guerra.