Las erupciones recientes en Islandia han provocado que Protección Civil declarase el estado de emergencia a causa de la inminente erupción volcánica que puede suceder en cualquier momento. Hasta ahora, 4.000 personas han sido evacuadas de Grindavik. Las autoridades han cerrado varias carreteras para evitar riesgos en la población y, aunque existen ciertas similitudes con lo que ocurrió en las Islas Canarias, los vulcanólogos han destacado que se trata de un caso peculiar.
Los fuertes y numerosos temblores en la zona han provocado una deformación del terreno de 1 metro 20 centímetros. Y es que los expertos han advertido que hay un túnel de magma que ya se está extendiendo bajo la localidad costera de Grindavik sin que sea posible predecir cuándo ni por dónde acabará emergiendo.
Islandia continúa en vilo a la espera de que se produzca una erupción volcánica que, según las previsiones, puede alcanzar niveles catastróficos. Los fuertes temblores, que en algunas ocasiones han alcanzado la magnitud cinco, han deformado el terreno hasta el punto de que, una simple pisada, puede hundir el suelo.
Se trata de una zona que ya ha experimentado tres erupciones en dos años, aunque en zonas sin población. La primera, en marzo de 2021. La segunda, en agosto de 2022 y la tercera, en julio de 2023. Esto supone seis veces más que las ocurridas en La Palma y 11 más que en El Hierro. La última vez que una gran erupción amenazó a una zona habitada fue en 1973, cuando la lava sepultó parte de un pueblo en las Islas Vestman. Ahora, los vulcanólogos aseguran que la erupción volcánica puede ocurrir en cualquier punto donde la corteza sea más débil y que será muy difícil contenerlo.
"En este momento, no es posible determinar exactamente si el magma podría llegar a la superficie y dónde. Hay indicios de que una cantidad considerable de magma se está moviendo en un área que se extiende desde Sundhnjukagigum en el norte hacia Grindavik", así lo ha explicado la Oficina Meteorológica (IMO). "Se están recopilando más datos para calcular modelos que proporcionen una imagen más precisa de la intrusión de magma", ha concluido.
El volcán Fagradalsfjall, que se encuentra a unos 40 kilómetros de la capital Rekiavik, entró en erupción por última vez en 2021. "La cantidad de magma involucrada es significativamente mayor que la que se observó en las mayores intrusiones de magma asociadas con las erupciones en Fagradalsfjall", han recalcado desde IMO. De momento, los habitantes de las zonas cercanas siguen soportando como pueden los grandes y numerosos temblores.
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