Nadie está a salvo en la Franja de Gaza. Mujeres, niños, trabajadores humanitarios o periodistas forman parte de las más de 9.200 personas que han muerto en la región palestina desde que Israel comenzara con los bombardeos tras los ataques de Hamás del 7 de octubre, según ha apuntado el grupo islamista. Una tragedia, en ocasiones, emitida en directo.
Un reportero y una presentadora de la televisión palestina se han roto en plena conexión tras conocer la muerte de un compañero. "Es cuestión de tiempo que nos maten a todos", ha lamentado el periodista.
"No hay protección internacional ni lugar seguro", ha agregado consternado, mientras se quitaba el casco y el chaleco identificativo de prensa. Los bombardeos israelíes sobre la franja continúan, mientras Hamás responde con cohetes. Las víctimas inocentes aumentan en ambos bandos.
Pero el final del conflicto puede estar lejos. El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha afirmado que no aceptará ningún alto el fuego temporal para pausar la ofensiva sobre la Franja de Gaza si no está garantizada la liberación de los más de 240 rehenes que permanecen retenidos por Hamás y sus milicias de apoyo, en un mensaje con el que ha llamado a seguir trabajando hasta lograr una "clara" victoria que, espera, "resuene durante generaciones".
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