La Policía de Portugal coincidió en Londres, capital del Reino Unido, con el padre de Madeleine McCann, Gerry, y se disculparon por la forma en la que los investigadores llevaron el caso en el territorio luso y por el trato que recibió la familia de la pequeña, desaparecida en la región de Algarve desde el 3 de mayo de 2007.
Así lo recoge 'BBC'. Los padres de Maddie estuvieron en el foco de los detectives portugueses durante años. Sospechaban de que pudieran haber encubierto la muerte de la niña. Gerry McCan llegó a afirmar que los agentes le ofrecieron un trato en el que le impondrían una pena corta si confesaba el crimen. Unas dudas que les generaron impotencia e indignación.
El detective principal del caso, Gonçalo Amaral, fue apartado de la investigación, pero escribió un libro acusando a los McCann de estar involucrados en la desaparición de su hija. Pero las autoridades de Portugal reconocen ahora que la investigación inicial no se manejó de forma adecuada y que en ese momento no se dio suficiente importancia a ciertos detalles que exculpaban de forma clara a los progenitores.
Cabe recordar que la Policía de Alemania señala a Christian Brueckner, un pedófilo reincidente, como el principal sospechoso de la desaparición y el asesinato de la menor de tres años. Una hipótesis que apoyó la Fiscalía de Brunswick. Brueckner, que en la actualidad cumple una pena de cárcel por violar a una mujer estadounidense de 72 años en 2005 en el sur de Portugal, habría asegurado -como se apuntó en su día- que la niña estaba muerta. El hombre residía en los alrededores de Praia Da Luz cuando ocurrieron los hechos.
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