La Fiscalía de Samui, en Tailandia, ha finalizado el informe sobre Daniel Sancho, hijo del actor Rodolfo Sancho y nieto de Sancho Gracia, detenido por las autoridades del país y en prisión desde el 7 de agosto como asesino confeso del cirujano colombiano Edwin Arrieta Arteaga. En su escrito, la conclusión es clara y demoledora para las esperanzas del chef español: es culpable de un asesinato premeditado.
La Fiscalía tenía hasta el 29 de octubre para remitir su informe y ya ha materializado su entrega al juez que instruye la causa confirmando los mismos cargos a los que la propia Policía de Tailandia apuntaba en su investigación del caso.
Concretamente, le acusan de un asesinato premeditado y ocultación del cuerpo, además de otro cargo por llevarse la documentación de la víctima.
De este modo, la Fiscalía redunda en la premeditación que apreciaban las autoridades tailandesas, que subrayaron, en el marco de las investigaciones, que Daniel Sancho sabía perfectamente lo que iba a hacer.
Amparándose en la autopsia, explicaron que Edwin Arrieta murió degollado, indicando que su cadáver presentaba cuchilladas en el pecho y un profundo corte en el cuello.
El crimen se habría precipitado ante la llegada a Tailandia de la novia de Daniel y, en este sentido, la policía tailandesa, encabezada por el controvertido ‘Big Joke’, señaló que primero se produjo un forcejeo tras el cual el cirujano sufrió un golpe en la cabeza. Después fue degollado, y tras ello se produjo el descuartizamiento del cuerpo.
Analizando sus pasos y reconstruyendo los hechos, la policía tailandesa no hizo sino acorralar a Daniel Sancho y convencerse de que, dada la naturaleza del crimen, el asesinato fue efectivamente realizado con premeditación, una circunstancia clave, dado que en Tailandia ello está castigado con la pena de muerte.
En ese sentido, la defensa del chef español se centraba, entre otras cosas, en demostrar la ausencia de esa premeditación, lo que le abocaría en lugar de a la pena máxima a una cadena perpetua, en cuyo caso se habría de enfrentar a un mínimo de 15 años de prisión.
En la misma línea que la Policía y la Fiscalía, el abogado de la familia de Edwin Arrieta, Luis Romero, había expresado previamente que, a su juicio, es claro que “hay premeditación”, además de “ensañamiento y alevosía”, atendiendo a las apreciaciones de la autopsia.
"Habría también que destacar que como no murió del golpe, se podría haber llamado a los servicios médicos y quizás se le podría haber salvado la vida”, expresó en declaraciones a EFE, subrayando que, en su lugar, Daniel Sancho acabó con su vida “cuando este aún respiraba”.
Tras ello, recordaba que el español se apresuró a “descuartizarlo y ocultar los restos del cadáver”.
Daniel Sancho, que hoy ha recibido la visita de su padre, el actor de Rodolfo Sancho, saldrá por segunda vez de prisión de Koh Samui para acudir al juicio que determinará su condena.
Si finalmente el juez observa la premeditación del asesinato, solo el rey de Tailandia podría salvarle de la pena de muerte, repitiendo una situación que ya se dio en 2016 con un español, Artur Segarra, cuya pena fue conmutada por una cadena perpetua tras ser condenado a pena de muerte por secuestrar y asesinar a otro compatriota en el país.