Las elecciones en Argentina se tendrán que decidir en la segunda vuelta, en noviembre. El peronista Sergio Massa (36,7%) ha ganado sin mayoría suficiente. Se enfrentará en segunda vuelta al ultraliberal y excéntrico Javier Milei. La conservadora Patricia Bullrich se ha dado un batacazo en los elecciones presidenciales más inciertas de los últimos 40 años.
La primera vuelta de las elecciones presidenciales en Argentina han registrado una participación del 74%, muy baja, teniendo en cuenta que el voto en obligatorio.
Tanto el ministro de Economía, el peronista Sergio Massa, con un 36,7% de los votos en la primera vuelta, como el excéntrico Javier Milei, con un 30%, han pedido el apoyo a los seguidores de la tercera candidata, Patricia Bullrich, para convertirse en el presidente de Argentina.
Massa es el ministro de Economía de la tercera potencia de Latinoamérica que se presenta como un hombre de estado, previsible y empático, frente a Milei, espectáculo barato en estado puro. El peronista Massa con un 12% de inflación mensual, una pobreza de más del 40% y una deuda externa de más de 400.000 millones de dólares, ha logrado impornerse en la primera vuelta.
Enfrente, la sorpresa. Milei es licenciado en Economía, habitual de tertulias en televisión. En 2019, Javier anunció su afiliación al Partido Libertario. Hasta entonces Milei no existía en política.
Sus mensajes no dejan lugar a dudas: aboga por prohibir el aborto, al tiempo que pone en cuestión la cifra oficial de 30.000 desaparecidos durante la última dictadura. Quiere acabar con “la casta” y aboga por reducir al mínimo el papel del Estado.