La guerra entre Hamás e Israel continúa recrudeciéndose. Mientras las autoridades israelíes dan un plazo de 24 horas para evacuar el norte de Gaza, desde Hamás llaman a desoírlo y dar paso a un “viernes de ira”. Entre tanto, ya son más de un millar los fallecidos y los heridos se cuentan igualmente por miles. En Gaza los hospitales están “al límite”, desbordados, según subraya la OMS, que advierte que la atención sanitaria “se paralizará” en estas circunstancias.
Ante la gravedad de la situación, el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha pedido revertir esa orden de evacuación y, ante el temor de todos a un inminente ataque terrestre, advierte que se trataría de “una sentencia de muerte” para pacientes vulnerables.
La OMS subraya que es cruel pedir el desalojo a los trabajadores de salud, que se afanan por ayudar entre los bombardeos y los escombros a los más afectados.
Entre los heridos, además, hay centenares de niños, como prueban imágenes como las de un pequeño que, con quemaduras por los ataques, ofrece él mismo consuelo a su padre, también herido en un bombardeo.
La situación es límite en la Franja. Permanecen sin suministro de energía, sin luz y sin agua, y la esperanza de los gazatíes pasa por escapar por un corredor humanitario por Egipto. El país vecino se ha ofrecido a ello, pero Hamás se niega y se opone a esa salida masiva por el paso fronterizo de Rafah, al sur de la Franja, porque que afectaría a más de un millón de personas y dejaría al enclave prácticamente despoblado.
El grupo terrorista insta a que no hagan caso al ultimátum israelí y les pide permanecer en la Franja, mientras Israel subraya que todo daño que sufra la población civil será su “responsabilidad”.
Con la comunidad internacional en alerta por la escalada del conflicto y ese posible ataque terrestre, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en nombre de la OMS, pide que no se produzca esa operación.
Rememorando su visita a Gaza en 2018, ha recordado que el acceso a la atención "ya era difícil" entonces, y teme que ahora todo acabe en el más absoluto desastre humanitario.
"Sé de primera mano que una evacuación masiva al sur del enclave sería desastrosa para los pacientes, los trabajadores sanitarios y otros civiles que se queden atrás o atrapados en un movimiento masivo peligroso y tal vez mortal", ha dicho.
La OMS ha alertado en un comunicado de que "se acaba el tiempo para evitar una catástrofe humanitaria si no se puede suministrar urgentemente a la Franja de Gaza combustible y suministros sanitarios y humanitarios que salven vidas en medio del bloqueo total".
"Se acaba el tiempo para evitar una catástrofe humanitaria si no se puede suministrar urgentemente a la Franja de Gaza combustible y suministros sanitarios y humanitarios que salven vidas en medio del bloqueo total", ha alertado.
En este escenario, los hospitales solo disponen de unas pocas horas de electricidad al día, ya que se ven obligados a racionar las reservas de combustible, que se están agotando, y a depender de generadores para mantener las funciones más críticas. Incluso estas funciones tendrán que cesar en unos días, cuando se agoten las reservas de combustible.
Un ataque terrestre de Israel terminaría de ser devastador para los pacientes más vulnerables, incluidos los heridos que necesitan cirugía para salvar sus vidas, los pacientes de las unidades de cuidados intensivos y los recién nacidos que dependen de cuidados en incubadoras.
Mientras siguen aumentando los heridos y las víctimas mortales debido a los continuos ataques aéreos sobre la Franja de Gaza, la grave escasez de suministros médicos agrava la crisis, limitando la capacidad de respuesta de unos hospitales ya desbordados para tratar a los enfermos y heridos.
Así, la situación es de colapso y ha impactado en la prestación de servicios sanitarios esenciales, como la atención obstétrica, la gestión de enfermedades no transmisibles como el cáncer y las cardiopatías, y el tratamiento de infecciones comunes, ya que todos los centros sanitarios se ven obligados a dar prioridad a la atención de urgencias para salvar vidas.
Por su parte, el organismo sanitario de las Naciones Unidas ha informado de que el acceso de los equipos médicos de emergencia sobre el terreno se ve "gravemente obstaculizado" por los daños a las infraestructuras. En total, la OMS ha documentado 34 ataques contra la atención sanitaria en Gaza desde el pasado sábado, que han causado la muerte de 11 profesionales de la salud en servicio, 16 heridos y daños en 19 instalaciones sanitarias y 20 ambulancias.
Sin la entrada inmediata de ayuda humanitaria en Gaza, –especialmente servicios sanitarios, suministros médicos, alimentos, agua potable, combustible y artículos no alimentario–, los socios humanitarios y sanitarios no podrán responder a las necesidades urgentes de las personas que la necesitan desesperadamente. "Cada hora perdida pone en peligro más vidas", han señalado desde la organización.
Por todo esto, la OMS pide el cese de las hostilidades y la protección de la asistencia sanitaria y la población civil frente a los ataques, así como reclama el establecimiento inmediato de un corredor humanitario que garantice el acceso sin trabas de los suministros sanitarios y humanitarios, así como del personal, y la evacuación de los pacientes y los heridos.