La Unión Europea vive con tensión el recrudecimiento de la guerra entre Hamás e Israel. Tras otra noche de bombas y ataques cruzados, la situación es límite. Israel ha dado un plazo de 24 horas a los ciudadanos palestinos para abandonar el norte de la Franja de Gaza, y mientras crece el temor a un ataque terrestre inminente, Hamás ha hecho un llamamiento para un "viernes de ira”.
Ha sido Jaled Meshal, líder político de la rama siria de Hamás, uno de los fundadores de la organización terrorista, el que desde su exilio en Damasco ha llamado a todos a un ‘viernes de ira’; un reclamo que ha activado la alerta en la Unión Europea, agitando por extensión a toda la comunidad internacional.
Mientras el asedio en la Franja de Gaza continúa, con los civiles atrapados en la zona, sin suministro de energía, agua y comida, la única esperanza de los gazatíes es un corredor humanitario por Egipto. El país vecino se ha ofrecido a abrirlo, pero Hamás lo rechaza. El grupo islámico se opone a la salida masiva de los dos millones de gazatíes por el paso de Rafah, al sur de la Franja, porque dejaría al enclave prácticamente despoblado.
Con la tensión aumentando hora a hora, Stéphane Dujarric, portavoz de la ONU, ha explicado al portal de noticias Axios que Israel había dado un aviso "justo antes de la medianoche (hora local)" por el que los palestinos debían evacuar el lugar en la Franja de Gaza en un plazo de 24 horas.
"Esto equivale a aproximadamente 1,1 millones de personas. La misma orden se ha aplicado a todo el personal de Naciones Unidas y a aquellos refugiados en instalaciones de la ONU, incluidas escuelas, centros de salud y clínicas", señalaba, recalcando que es "imposible que tal movimiento tenga lugar sin consecuencias humanitarias devastadoras".
En ese sentido, añadía la petición de que "cualquier orden de este tipo, si se confirma, sea rescindida evitando lo que podría transformar lo que ya es una tragedia en una situación calamitosa".
Por su parte, Hamás ha tildado de "propaganda" esa alerta de evacuación dada por Israel y, al contrario, ha instado a los gazatíes a permanecer en sus viviendas.
"Los civiles no deben caer en los mensajes propagandísticos", ha dicho el grupo armado palestino, acusando a Israel de poner en marcha una "guerra psicológica" con mensajes a civiles y trabajadores de organizaciones internacionales.
"La ocupación trata de difundir propaganda falsa a través de varios medios para crear confusión entre los ciudadanos y socavar la estabilidad de nuestro frente", han asegurado en un comunicado en el que han garantizado que estos trabajadores "seguirán en sus puestos".
De este modo, Hamás ha calificado el llamamiento de Israel de "delirante" y ha indicado que "las escenas de migraciones y desplazamientos del pasado no se repetirán a excepción del regreso victorioso del pueblo a su tierra ocupada".