La familia de Maya Villalobos, la joven española desaparecida en Israel: “La prioridad es prepararnos para ayudarla de todas las formas posibles"
La familia de Maya Villalobos, la joven de 19 años desaparecida en Israel centra todas sus fuerzas en tratar de "ayudarla" desde España
Además de Maya, hay otro español desaparecido en Israel, un hombre de Zarautz, Iván Illarramendi Saizar
Guerra entre Israel y Gaza, en directo: el Ejército israelí cerca la Franja y se prepara para ocuparla
La familia de Maya Villalobos, la joven de 19 años desaparecida tras el ataque de Hamás a Israel ha agradecido a los medios de comunicación el interés mostrado tras el suceso, toda vez que ha pedido "especial cautela" dada la gravedad de la situación.
"Nos encontramos consternados ante la falta de noticias de Maya, que se encontraba haciendo el servicio militar obligatorio cerca de Gaza. No tenemos ninguna información sobre ella desde las 9.30 horas del sábado, 7 de octubre", han lamentado los familiares a través de un comunicado. "Maya es una joven muy alegre, con un corazón inmenso, enamorada de España, que sabe recibir y devolver con creces el amor de todas las personas que la queremos", han añadido.
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Así, han pedido "respeto" ante la situación, "confiando en la profesionalidad y ética de los medios".
"Pedimos que los medios que están personándose en nuestros domicilios dejen de hacerlo, y pedimos que cese la reiteración de llamadas telefónicas, ya que, por el momento, no tenemos nada que decir y tenemos que reservar nuestras fuerzas", han recalcado, concluyendo que la prioridad es "prepararnos para ayudar a Maya de todas las formas posibles".
El otro español desaparecido en Israel
Además de Maya Villalobos, hay otro español desaparecido en Israel. Se trata de Iván Illarramendi Saizar, de 46 años, oriundo de Zarautz (Guipúzcoa), que está casado con una mujer israelí y vive a unos dos kilómetros de La Franja de Gaza.
Iván y su esposa se metieron en una sala de seguridad de su vivienda cuando terroristas palestinos trataron de acceder a su vivienda y llamaron a sus padres para avisarles de la situación. Cuando llegó la Policía, ya no había nadie y tampoco había manchas de sangre, por lo que se cree que fueron secuestrados.