Algunas celebrities y millonarias estadounidense, como Arianna Huffington y Kim Kardashian pierden la cabeza por un capucchino con leche de dromedaria, esa que Arabia Saudí produce miles de litros diarios en granjas dispersas por todo el país. Sus propiedades han seducido médicos y nutricionistas que resaltan su riqueza en omega 3 y menos grasa que la leche de vaca.
China, con millones de consumidores, ya está importando leche de dromedaria desde las granjas de Dubai, donde los supermercados están llenos de productos, como tabletas de chocolate, yogures, helados y quesos, elaborados a partir de esta leche. Sus valores nutricionales la hacen apetecibles. Con más nutrientes, vitaminas y minerales la convierten en un alimento muy saludable, superando las propiedades de la leche de vaca.
Por esta razón en Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, consideran la leche de dromedaria como un regalo de Alá. De las leches animales con un perfil más parecido a la humana son las de yegua y la de dromedaria o camella. Esto hace que sea la leche de dromedaria una alternativa para los alérgicos.
En Arabia, Egipto y Túnez la leche de dromedaria es una bendición, se considera un regalo de Alá y los corros sin fundamento hablan de que aumenta la virilidad, la tersura y blancura de la piel. Lo que sí se sabe seguro es que tiene una composición de ácidos grasos muy favorable, como el ácido ruménico, el ácido linoleico conjugado (CLA), y los Omega3.