El ministro de Asuntos Europeos de Finlandia, Anders Adlercreutz, ha recurrido este martes en Bruselas al catalán para explicar que pese al compromiso con la diversidad lingüística es "demasiado pronto" para tomar una decisión sobre el reconocimiento del catalán, euskera y gallego como lenguas de la UE porque no se han resuelto las dudas sobre las consecuencias que tendría esta decisión.
"Hay que conocer las consecuencias de nuestras decisiones, así que hoy es demasiado pronto para tomar una decisión", ha dicho en catalán Adlercreutz a su llegada a la reunión de ministros de Asuntos Generales de la UE en donde España reclamará la oficialidad urgente para las tres lenguas cooficiales.
Sin esperar a las preguntas de la prensa, el ministro ha aprovechado su llegada para exponer la posición de Finlandia, uno de los pocos países que ya habían mostrado en público sus dudas sobre la cuestión, con una breve mención en español y unas frases en catalán, en una intervención que parecía ensayada.
Así, ha dicho, primero en español que es "gran amigo de las lenguas de España", para después pasar al catalán y declarar que es un gran amigo de la cultura catalana". "Juntos hemos de defender la diversidad lingüística de la UE pero también hay que conocer las consecuencias de nuestras decisiones así que hoy es demasiado pronto para tomar una decisión", ha concluido su alocución en catalán.
Para convencer a sus socios europeos, España se ha ofrecido a asumir el coste de lo que supondría la traducción e interpretación del catalán, euskera y gallego como lenguas oficiales comunes, a pesar de que ser parte del reglamento común que rige las lenguas reconocidas implica que tal coste se sufraga con el presupuesto comunitario. El Gobierno en funciones de Pedro Sánchez tampoco ha facilitado por el momento ninguna cifra del coste estimado para esta medida.