La ciudad de Perpiñán se encuentra totalmente devastada tras el trágico hallazgo de las autoridades. El pasado jueves la policía descubría el cuerpo sin vida de un menor de 7 años en el interior de una bañera, con partes de su cuerpo congelado y lleno de golpes.
El padre, el tío y la abuela del menor han sido detenidos por las autoridades por su relación con el crimen. El medio local Le Figaro narra que al lado de la bañera donde fue encontrado el menor había un congelador, lo que sugiere que el niño podría haber estado encerrado durante un tiempo.
La voz de alarma fue dada por una funeraria, que alertó a las autoridades de una extraña llamada que recibieron. Un hombre llamó para preguntar los pasos a seguir para repatriar en Francia el cuerpo de su hijo fallecido en Argelia. El hombre envió un certificado de un médico que supuestamente confirmaba la muerte, pero desde la funeraria dudaron de su autenticidad y avisaron a las autoridades.
A la vez, el tío de las hermanas de la víctima, dos niñas de 2 y 3 años, las llevó al hospital donde quedaron ingresadas con "la cara hinchada" y con signos de malos tratos.
Por todo ello las autoridades procedieron a la detención de los tres miembros de la familia. Las primeras investigaciones revelaron entonces que el padre de los menores era “desfavorablemente conocido por el sistema de justicia” por violencia doméstica. Sin embargo, obtuvo la custodia de los menores "debido a la deficiencia mental de su madre".
La fiscalía de Perpiñán ha abierto una investigación por asesinato de un menor, intento de asesinato, violencia contra menores por parte de un ascendiente, secuestro, ocultación de cadáveres y falsificación y utilización de falsificaciones.