Corea del Norte ha presentado esta semana un nuevo submarino nuclear "de ataque", bautizado como 'Hero Kim Kun Ok', en una ceremonia presidida por el líder del país, Kim Jong Un.
Kim ha asegurado en un discurso que el submarino tendrá una "esencial misión de combate ofensivo" y que se trata de una primera unidad que llevará al país a ser "una potencia marítima avanzada".
"No hay lugar para retroceder en el impulso a la expansión de la industria de construcción naval, pues es la tarea de máxima prioridad que hay que cumplir sin falta", ha declarado el líder norcoreano. En ese sentido, ha insistido en que es esencial dotar a todas las unidades de la Armada del país con armas nucleares.
Este anuncio de las autoridades norcoreanas supone un paso más en la escalada de tensiones tanto a nivel retórico como militar en la península de Corea tanto por las pruebas balísticas norcoreanas como por los ejercicios militares conjuntos entre Corea del Sur y Estados Unidos.
El Gobierno de Corea del Sur ha condenado la exhibición por parte de Pyongyang, en la medida en que considera que el régimen de Kim Jong Un mantiene sus desafíos armamentísticos, mientras que en Seúl aún están sopesando cuál es el nivel operativo real de este nuevo buque.
"Es lamentable que Corea del Norte mantenga el inútil desarrollo de armas y derroche sus escasos recursos sin prestar atención a las difíciles condiciones de vida" de la ciudadanía, ha afirmado un portavoz del Ministerio de Exteriores surcoreano, Kim In Ae, en declaraciones a los medios.
El portavoz ha apuntado además que la carrera armamentística norcoreana carece de sentido habida cuenta de la estrecha alianza que existe entre Corea del Sur, Estados Unidos y Japón, que han hecho un frente común ante el riesgo que representa Kim Jong Un.
Una fuente de las Fuerzas Armadas ha explicado ante los medios que los primeros análisis externos evidencian que algunas partes del submarino son ahora más grandes, aparentemente "para llevar un misil", pero ya ha señalado que no parece preparado para emprender lo que ha descrito como una "operación normal", según la agencia Yonhap.
La Inteligencia surcoreana ya ha detectado en otras ocasiones que el país vecino exagera sus presentaciones y ensayos con vistas a intimidar a otros países, aunque el hermetismo con el que opera Pyongyang complica la obtención de información independiente sobre su industria.