La mujer ha denunciado a una clínica veterinaria, en Ciudad de México, por mala praxis. Sus dos yorkshires entraron para una limpieza dental y se las devolvieron moribundos. Una de las perras murió y la otra, se recuperó después de su visita al establecimiento médico.
Las dos mascotas, Poly, de 2 años y Yoyo de 5 tenían una cita prevista en un clínica veterinaria de Coyoacán para realizarle una profilaxis dental, según ha contado su dueña a El Gráfico. Los yorkshires permanecieron en una jaula sin alimentación, ni agua durante muchas horas mientras esperaban la intervención del especialista.
Sin embargo, para la propietaria de las dos perritas, todo fue un cúmulo de mala praxis, porque los animales no fueron hidratados por vía intravenosa y ya acumulaban un ayuno desde la noche anterior. A las 13.30 del día siguiente las dos yorkshires seguían a la espera de ser atendidas, algo que la dueña considera una mala praxis, porque habían pasado 16 horas sin beber ni comer nada.
La mujer fue a recoger a sus dos perras a las 14.50 y le dijeron que una se había despertado de la sedación, pero la otra no. Así que volvieron a por ellas dos horas después y la doctora no atendió al comentario de su dueña que refirió ver mal a Poly, con la mirada perdida.
Ya por la tarde, Poly fue empeorando y comenzó a babear de forma inusual y tenía un líquido amarillento en la uretra por lo que regresaron a la clínica veterinaria pero estaba cerrada. Esa misma noche la perra murió ante la desesperación de su dueña, que no entiende cómo pudieron tratar tan mal a su mascota.
A la mañana siguiente, la mujer regresó a pedir cuentas a la clínica por la muerte de Poly y estos le aseguraron que sus procedimientos fueron correctos sin contar que las dos perritas no fueron hidratadas correctamente y que pasaron muchas horas sin líquidos. La otra perra, Yoyo, tuvo que ser ingresada en otra clínica, donde le pusieron una vía y le explicaron que probablemente al no ponerle una vía de hidratación tras la profilaxis dental estas no pudieron eliminar correctamente la anestesia que le suministraron para realizar el procedimiento.
La dueña de las dos yorkshires asegura que la persona que realizó la profilaxis no era odóntologa, como le aseguraron y que el estado de salud de sus perras era bueno, tal y como reflejan las analíticas realizadas previamente por la propia clínica. Ahora será la justicia quién tendrá que dilucidar si hubo mala praxis en el tratamiento de Poly y Yoyo.