El país más hermético del mundo se pronuncia, por primera vez, sobre Travis King, un soldado estadounidense que cruzó su frontera y se perdió en su interior. Corea del Norte ha confirmado después de varias semanas de incertidumbre que el joven está allí y que ha huído del Ejército americano por racismo.
Si todo es como dice Corea del Norte -que hay numerosas dudas-, sería un caso único. Un país en el que nadie desea vivir recibe como refugiado a un joven militar de Estados Unidos, el país al que más personas quieren emigrar.
Travis King, de 23 años, asistía -vestido de civil y junto a un grupo de turistas- a una visita a la zona desmilitarizada entre las dos Coreas. Allí, aprovechó para cruzar ilegalmente la frontera. Fue detenido nada más ser descubierto. La versión de Pyongyang es que el soldado está desencantado por el racismo y el mal trato recibido en el ejército de EEUU.
Su madre pide al gobierno americano que lo traiga de vuelta a casa y a las autoridades norcoreanas que lo traten con humanidad. King estaba sirviendo como militar en Corea del Sur, pero acababa de ser expulsado tras un altercado en el que habría agredido a dos personas.
Muchos se preguntan cúal es la reacción de EEUU. El gobierno no se cree el comunicado norcoreano. Hay mucho escepticismo, numerosos expertos aseguran que es propaganda. Fuentes del Ejecutivo de Joe Biden han afirmado que no han podido verificar los comentarios y piden cautela considerando cuál es la fuente, dicen.
Además, hay que tener en cuenta el contexto en el que se producen estos hechos. El presidente estadounidense recibirá el viernes a los líderes de Corea del Sur y Japón para una reunión trilateral en Camp David, donde hablarán de aumentar la cooperación militar en todo lo que tenga que ver con Corea del Norte y con China.