El español Daniel Sancho Bronchano ha reconocido el domingo en declaraciones a EFE que es culpable del asesinato en Tailandia de su amigo colombiano el cirujano plástico Edwin Arrieta Arteaga, y que lo hizo porque se sentía su rehén: "Soy culpable, pero yo era el rehén de Edwin. Me tenía como rehén. Era una jaula de cristal, pero era una jaula. Me hizo destruir la relación con mi novia, me ha obligado a hacer cosas que nunca hubiera hecho".
Así lo ha asegurado Sancho durante una conversación frente a sus abogadas de oficio tailandesas y varios agentes en la comisaría de policía de Koh Phangan, donde se encuentra detenido mientras la investigación sobre el presunto asesinato de Edwin Arrieta Arteaga, de 44 años, continúa abierta. De hecho, este domingo, Daniel Sancho Bronchalo, hijo del actor Rodolfo Sancho y nieto a su vez del también intérprete Sancho Gracia, ha acompañado a las autoridades a una reconstrucción de los hechos.
Desde que se conociese la noticia de la detención de Daniel Sancho, ha trascendido a los medios información sobre este caso. ¿Qué se sabe hasta ahora?, ¿cómo ocurrieron los hechos?
El miércoles, las cámaras de seguridad de la isla captaron a Daniel Sancho y Edwin Arrieta viajando en motocicleta. Es la última imagen que se tiene del médico colombiano, según el 'Bangkok Post'. Un día después y justo después de acudir a una fiesta de luna llena en la isla, el conocido chef español denunció la desaparición de su amigo, pero para entonces unos recolectores de basura ya habían hallado restos humanos dentro de un saco de fertilizante en un vertedero.
Por tanto, entre el miércoles y el jueves antes de acudir a esta fiesta, las autoridades tailandesas creen que Daniel Sancho habría cometido el crimen que confesó dos días después.
Después de esta celebración y ante la preocupación de la familia de Arrieta, que no lograba localizarle, el joven, de 29 años de edad, acudió a una comisaría lleno de cortes y arañazos. Las autoridades se percataron de esto, pero no fue detenido en ese momento.
Un día después, el viernes, las autoridades le interrogaron y, el sábado confesó haber matado al médico “por celos” y temor de que “me engañara”, según ha asegurado a EFE la policía tailandesa.
Según el el Bangkok Post, que cita fuentes policiales, Sancho habría matado y descuartizado a la víctima en 14 partes, que puso en una bolsa de viaje y en bolsas de plástico. Las bolsas de plástico las habría tirado al vertedero y la bolsa de viaje la habría tirado al mar en la playa de Salad, cerca de su hotel. En este sentido, ya se revisan cámaras de seguridad y circulan imágenes en las redes sociales que muestran al chef en motocicleta cargado con la bolsa de deporte.
Además de los restos hallados el jueves, entre ellos, una pelvis e intestinos, se encontró en el vertedero en una bolsa negra más restos humanos, junto con una camiseta también negra, un par de pantalones cortos y un par de calzoncillos rojos.
Por otro lado, las cámaras de seguridad también habrían grabado a Sancho comprando el martes un cuchillo, guantes de goma, una esponja de cocina, una almohadilla de limpieza y una botella de detergente, objetos que ya analizan para determinar si están relacionados con el crimen.
Asimismo, al revisar su habitación de hotel se dieron cuenta de que el frigorífico, el baño y el fregadero de la cocina habían sido lavados, pero en los desagües encontraron restos de sangre, grasa y pelos.
A pesar de estos indicios, las autoridades se muestran cautelosas sobre la culpabilidad del crimen e insisten en que la investigación continúa. Se siguen revisando las cámaras de seguridad y realizando los análisis forenses de las pruebas de las que disponen.
Desde el entorno del chef apuntan a que todo podría ser una “trampa”, declaran a ‘Informalia’, indicando que "han escuchado versiones” que apuntan a que Daniel "había sido amenazado de muerte" y "obligado "por terceros" y "bajo chantaje" a cometer tal crimen. Su padre cogió el sábado el primer vuelo que pudo hacia Tailandia al enterarse de la noticia.
Este domingo, él ha dado su versión durante una conversación frente a sus abogadas de oficio tailandesas y varios agentes en la comisaría de policía de Koh Phanga. "Soy culpable, pero yo era el rehén de Edwin. Me tenía como rehén. Era una jaula de cristal, pero era una jaula. Me hizo destruir la relación con mi novia, me ha obligado a hacer cosas que nunca hubiera hecho", ha dicho.
Así las cosas, la culpabilidad o no de Daniel Sancho se decidirá el lunes, cuando pase a disposición judicial. De ser declarado autor de este crimen, podría llegar a ser condenado a la pena de muerte, legal en este país en este tipo de casos.