La cifra de víctimas mortales por el ataque suicida que el Estado Islámico llevó a cabo el domingo pasado contra un mitin del principal partido islamista de Pakistán, el Jamiat Ulema e Islam (Fazl) (JUI-F), en la zona fronteriza con Afganistán, ha ascendido a 63, mientras que otras 123 personas han resultado heridas. Así lo ha confirmado este miércoles el doctor Liaqat Ali, del hospital central del distrito de Jar, donde tuvo lugar el atentado, según recoge el periódico paquistaní The Express Tribune.
El ataque se produjo cuando unos 500 simpatizantes del partido escuchaban el discurso de un líder regional, el maulana Laiq, y fue reivindicado al día siguiente por el Estado Islámico, de acuerdo con SITE Intelligence Group, una entidad especializada en el seguimiento de grupos terroristas.
Entre los fallecidos se encuentran el jefe del partido en Jar, el maulana Ziualá Jan, y el secretario general de JUI-F en Nawagai, Hamidulá Haqqani.
Por otro lado, las autoridades han anunciado la detención de tres sospechosos y han recordado las constantes solicitudes a Afganistán para que sus autoridades actúen contra los grupos armados que se refugian en su territorio y para que controlen la frontera. El primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif, afirmó que si los talibanes no tomaban medidas para frenar el "terrorismo transnacional", Pakistán podría actuar en "defensa propia" contra los milicianos "que se ocultan" en Kabul, amparándose en el Derecho Internacional.