El futbolista costarricense Jesús Alberto López Ortiz, conocido también como ‘Chucho’, ha muerto de forma dramática al ser atacado por un cocodrilo a sus 29 años. El trágico suceso ha tenido lugar en el río Cañas, en el oeste de Costa Rica.

“Con profundo dolor hacemos público el fallecimiento de nuestro jugador”. “Que de Dios goce. Descansa en paz ‘Chucho’. Nos unimos al dolor de toda su familia”, escribían desde el perfil oficial del equipo en el que militaba el jugador, el club Deportivo Río Cañas, que desde que confirmase el triste suceso no ha dejado de realizar publicaciones en su recuerdo, llevando a cabo distintas iniciativas para apoyar a la familia.

“Dios te reciba en sus brazos, querido amigo. Para siempre en nuestros corazones. Te vamos a extrañar”, apuntaban, compartiendo un número nacional para pagos electrónicos “para poder ayudar a la familia”.

En sus mensajes, además, añadían una dirección para quien desease brindar “ayuda física, ya sean víveres o algún otro tipo de ayuda”.

Al mismo tiempo, desde el club han pedido “no subir vídeos sobre lo sucedido” y respetar precisamente a sus familiares, dado que a través de las redes se han difundido imágenes del dramático momento en que el jugador perdía la vida en el río.

“Lamentablemente el cocodrilo lo hundió (en el río) y no se sabe si murió ahogado o falleció por la presión que el animal ejerció sobre el muchacho”, señalaban las autoridades tras producirse los hechos, si bien lo cierto es que en las imágenes del suceso se aprecia como el cadáver del futbolista lo llevaba el cocodrilo en su boca, como informa el medio costarricense ‘La Nación’, lo que ha llevado a multitud de medios a señalar que ha muerto devorado.

Tras el aciago suceso, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Costa Rica precisó que agentes de Santa Cruz se desplazaron hasta el lugar y oficiales de Fuerza Pública dispararon al animal con sus armas reglamentarias.

Antes de su llegada, varias personas fueron testigos de los hechos desde un puente, lanzando palos y piedras para disuadirlo e intentar que soltara el cuerpo sin vida del jugador. Incluso, hubo quien se acercó en embarcación para pegar al cocodrilo con los remos, pero fue en vano.

“Te llevas una parte de todos, amigo, hoy es un día muy difícil para todos. Te recordaremos en las múltiples facetas de tu vida deportiva, como entrenador, futbolista y también como un padre de familia. Siempre vivirás en nuestros corazones, Chucho. Vuela alto, amigo”, escribía el club en el día de su despedida, donde “alrededor de mil personas” se echaron a las calles para su último adiós.

“Te acompañamos representando a todos tus amigos, familiares y a todo el país que estuvo contigo. Gracias a todos en nombre de la familia López Ortiz, en nombre de las madres de sus hijos, en nombre de todo el pueblo de Río Cañas (Nuevo y Viejo), pero principalmente gracias a todos en nombre de sus hijos Derian y Eithan. Gracias a todo el país que ayudó a esta familia. Simplemente gracias por todo”, expresó el club.

Según el entrenador del equipo, Luis Montes, en declaraciones al medio La Teja, en el momento de su muerte el jugador iba camino a casa de su prima. En ese trayecto, a mitad de camino, decidió darse un chapuzón, “una decisión equivocada” que acabó con el peor desenlace.