Las amputaciones masivas desangran Ucrania y ya alcanzan proporciones de la Primera Guerra Mundial
Decenas de miles de ucranianos han perdido una o más extremidades desde el inicio de la invasión rusa hace año y medio
El número de militares que han sufrido amputaciones ha aumentado en los últimos meses por los campos de minas en el frente
La ofensiva de Ucrania, estancada por líneas interminables de minas rusas
Oleh Shkraban tiene 32 años y es uno de los decenas de miles de ucranianos que han perdido una o más extremidades desde el inicio del conflicto con Rusia hace casi año y medio. Este joven militar perdió su pierna izquierda por la explosión de una mina cuando luchaba en Jersón hace unos meses. "Me conozco, conozco mi cuerpo. Se recuperará rápidamente", asegura el joven en el Centro de Nacional de Rehabilitación en Leópolis donde le enseñan a caminar con una prótesis.
Su médico ortopédico es Anton Haydesh, médico de familia hasta que estalló la guerra y cambiaron las necesidades. Su trabajo es fabricar una extremidad que se ajuste como un guante. "Que el muñón cicatrice solo es sumamente importante para hacer un molde correcto y que el paciente esté cómodo al caminar", afirma Haydesh a la agencia AP. En seis meses, ha tratado a más de 100 pacientes.
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Oleh, Ruslana, Misha, Denys, Illia, Bohdan... En Ucrania, el número de amputados rondaría los 50.000, según The Wall Street Journal, alcanzado niveles que no se veían desde la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Una guerra de trincheras construidas con sacos de arena en la que murieron miles de combatientes. Es el conflicto más mortífero hasta el momento, con 10 millones de muertos y 20 millones de heridos. Según el diario estadounidense, 41.000 británicos requirieron amputaciones, 50.000 franceses y alrededor de 67.000 alemanes.
"Mi abuelo fundó nuestra empresa en 1919 para ayudar a los soldados alemanes que regresaban de la Primera Guerra Mundial heridos por fuego de artillería, que perdieron los brazos, las piernas o la vista: esto es exactamente lo que vemos en Ucrania", reconoce Hans Georg Näder, presidente de Ottobock, el fabricante de prótesis más grande del mundo.
La ONG Hope Foundation, con sede en Kiev, calcula que alrededor de 200.000 ucranianos han resultado gravemente heridos durante el conflicto y alrededor del 10% de las lesiones graves implican una amputación, es decir, unos 20.000. Una cifra que puede ser mucho mayor, ya que muchas amputaciones solo se registran meses después de que el paciente se somete al procedimiento.
¿Por qué hay tantas amputaciones?
Al inicio del conflicto, detrás de las amputaciones estaban los proyectiles de artillería y los ataques con cohetes. Ahora, sin embargo, la mayoría de los soldados ya no resultan heridos por metralla, sino por las minas instaladas a lo largo de toda la línea del frente este y sur de Ucrania, en más de 900 kilómetros. Un duro vídeo difundido en redes sociales hace un mes mostraba el momento en el que uno de ellos resultaba herido al pisar uno de esos artefactos.
"Están por todas partes, cada medio metro hay minas", afirma un comandante estadounidense a Financial Times. Los efectos de esta táctica empleada por Putin son devastadores para la moral de los soldados ucranianos. Para recuperar territorio deben atravesar kilómetros de campos abiertos salpicados de miles de minas: antitanque, antipersona... y todo tipo de trampas explosivas, que han provocado el aumento dramático de lesiones graves.
El Gobierno ucraniano financia las amputaciones del personal militar. Según el WSJ, concede 20.000 dólares a cada herido. Sin embargo, denuncia que los civiles a menudo dependen de organizaciones benéficas para recibir ayuda.
Volver al frente: "Me están esperando"
Denys Kryvenko, de 24 años, quien perdió ambas piernas y un brazo en enero en los combates cerca de Bajmut asegura a The New York Times que se reincorporará a su unidad en el frente tan pronto como pueda. "Mi unidad me está esperando", insiste y asegura que puede hacerlo o como instructor para paramédicos (los torniquetes a él le salvaron la vida) o como asesor para entrenar a los soldados.
Bohdan Petrenko, de 21 años, también planea reincorporarse a su unidad militar tan pronto como se recupere por completo de las heridas de mortero que le destrozaron la pierna y los brazos. En su caso como operador de radio u operador de drones. Se sienten afortunados por haber sobrevivido. Una encuesta reciente del Instituto Internacional de Sociología de Kiev reflejaba que el 78 por ciento de los ucranianos tenían familiares cercanos o amigos muertos o heridos en los combates.