El Ejército de Rusia ha realizado varios ataques nocturnos con al menos cinco drones sobre la región de Járkov que ha destruido una escuela en la zona, sin que se hayan registrado por el momento víctimas. Las autoridades ucranianas rechazan las intenciones del ataque y aseguran que se trataba de una zona civil. Por su parte, Moscú ha denunciado un ataque con dispositivos aéreos no tripulados a Trubchevski, territorio ruso, fronterizo con el norte de Ucrania y a Moscú.
El jefe de la Dirección Principal de la Policía Nacional ucraniano en la región de Járkov, Volodymyr Tymoshko, ha lamentado los ataques rusos a todas sus infraestructuras, por el edificio atacado era civil y no había militares, segun ha informado la emisora de radio ucraniana Suspilne.
"Golpean caóticamente la ciudad (...) Civiles, no civiles, infraestructura, instalaciones de energía, todo lo que pueden golpear", ha declarado Tymoshko, que ha agregado que algunos de los drones han sido destruidos por las defensas aéreas.
El servicio de emergencias de Ucrania han indicado que el edificio afectado tiene tres plantas y han quedado afectadas la segunda y la tercera. Además, se ha producido un incendio en la zona, a donde se han desplazado nueve equipos de Bomberos y 50 efectivos.
Un edificio de un barrio de empresas en Moscú que ya había sido blanco de un ataque el pasado fin de semana, fue alcanzado por un dron este martes. El ejército ruso afirmó haber repelido también tres drones navales ucranianos disparados contra dos de sus patrulleras en el Mar Negro,
El dron ucraniano, que cayó sobre el edificio del Departamento de Policía del distrito" no hay causado víctimas, según ha informado el gobernador de la región rusa de Briansk, Alexander Bogomaz, en su canal oficial de la red social Telegram.
Sin embargo, el gobernador regional ha celebrado que el ataque no ha causado víctimas civiles, si bien las instalaciones sí presentan daños en las ventanas y el techo. "Los servicios de emergencia se encuentran actualmente en el lugar", ha añadido.
Este suceso se produce en un contexto marcado por los recientes ataques con drones sobre ciudades rusas, incluida la capital, Moscú.